jueves, 25 de febrero de 2010

LA SUCESIÓN DEL LÍDER (GRANICA) Y EL COACHING EJECUTIVO

La sucesión de Aznar como presidente del PP y candidato al Gobierno es el caso que escoge
el autor para explicar los correctos procedimientos de reemplazo ejecutivo en el ámbito empresarial.
Hablar de "sucesión" en España desde hace un par de años tiene un sentido unívoco e inequívoco: la selección del candidato que relevará a José María
Aznar como presidente del PP y candidato a la presidencia del Gobierno.
Sin embargo se trata de un problema muy general en las empresas, muchas veces traumático y que
puede costarle caro a la compañía que no sepa llevarlo a cabo adecuadamente. Hablamos de cargos ejecutivos de alto nivel, que toman las grandes decisiones estratégicas y

marcan las líneas de futuro en cuanto a posicionamiento en el mercado, investigación y desarrollo, apuestas por la innovación, reestructuraciones de
activos o plantillas, fusiones, adquisiciones accionariales relevantes, etc. ¿Qué pasa cuando una empresa se ve abocada, por las razones que sean, a
prescindir de quien dispone de todas esas claves? ¿Cómo sustituirle y cómo evitar que su relevo cause un daño excesivo a la organización?
Para estudiar ese proceso, el autor ha acudido al caso político que va a alimentar el sarao político durante los próximos meses. Es una buena elección comercial, y
también permite exponer el tema con un asunto de referencia conocido y opinado por todos, en vez de hacerlo sobre la base de experiencias profesionales específicas, por aleccionadoras que sean. Aunque tiene la desventaja de que a
veces el interés del lector se centra tanto en ese caso político concreto que olvida la vida empresarial para el cual está pensado como alegoría.
Escrito en primera persona, Carlos Herreros asume la personalidad de una mujer, experta en coaching o asesoramiento ejecutivo, que es requerida por José María
Aznar para aconsejarle en los últimos meses de su mandato, en que deberá afrontar el proceso sucesorio. Pero hay tres cosas que no sabe el presidente: que
su asesora tiene un cáncer que ha puesto fecha a su vida; que en tiempos tuvo una relación y un hijo con un antiguo vicepresidente de su primer gobierno (tranquilos, no hay alusiones, es todo ficción: ningún vicepresidente de Aznar en la primera legislatura abandonó el gobierno en la segunda); y, por último, que
también está asesorando a otro de sus vicepresidentes, que aspira a ser el elegido.
Por medio de los diálogos entre la profesional y –por separado– el presidente y el
vicepresidente, Herreros va presentando la última bibliografía sobre la sustitución de directivos y la forma adecuada de ejercer el liderazgo (con algunas
referencias al "hombre del año 2001", según el Time: Rudolf Giuliani). Llevando a sus clientes casi en un método de psicoanálisis, les hace descubrir sus puntos fuertes y débiles, a uno para capitanear una complicada sustitución, al otro para
perder miedo a manifestarle al jefe sus aspiraciones. La idea clave que transmite el autor es la de vulnerabilidad. El líder sabe que es
vulnerable, pero para su desgracia cree que descubrirlo, en vez de asumirlo con naturalidad, puede mermar su poder y/o posibilidades. Nace en él un miedo algo
paranoide, y su dirección se convierte en arrogante, se aísla, y en vez de potenciar lo bueno de cada miembro del equipo, que es la esencia del liderazgo, lo mutila. Pierde así el directivo las cinco grandes capacidades que enumera
Herreros: de anticipación, de pensar sistémicamente, de tener una visión y marcar el rumbo, de motivar y de aliarse.
Ahora sólo queda ver si los asesores de Aznar le pasan este libro y lo lleva a la práctica. Incluso tienen en él una propuesta de técnica de espacios abiertos
para una designación participada del sucesor. En lo que el presidente nos saca de dudas, quienes en su empresa deban afrontar en un plazo breve un problema de esta índole, tienen aquí unos cuantos buenos consejos.


Luis Nogales Pita Publicado en El semanal digital, junio 2003

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