viernes, 26 de febrero de 2010

INNOVACIÓN Y LIDERAZGO, DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA

Tendemos a pensar que Innovación y Liderazgo son dos asuntos muy distintos en el seno de las organizaciones, que merecen tratamientos diferenciados y que han de ocuparse de ellos
departamentos diferentes (I+D+I o Marketing, en un caso; RRHH o la Dirección General, en el otro)
Pensemos en ejemplos paradigmáticos. Muchos coincidirán en considerar a una de las personas más innovadoras de nuestro país a Ferrán Adriá, el chef del restaurante “El Bulli”, aclamado como el mejor cocinero del mundo, portada de “The New York Times” o “Le Monde”. Este catalán
universal nacido en Hospitalet de Llobregat hace 41 años se atreve, a decir de Juan Mari Arzak o Paul Bocuse, a llegar más lejos que nadie en la creatividad, la experimentación, el atrevimiento. Es la cumbre del ingenio en los fogones. Marc Veyrat, el último “Gran Prix de l’Art de la Cuisine”, ha
dicho: “La cocina española, como España entera, va más deprisa que el resto del mundo. Expresa la juventud de su democracia y la capacidad de mantener las tradiciones. La referencia es Ferrán
Adriá” Como líder, pocos personajes pueden ser tan legendarios como el Capitán Aubrey, “Jack el
Afortunado”, protagonista de las novelas históricas de Patrick O’Brien y de la última película de Peter Weir, “Master & Commander. Al otro lado del mundo”, con diez nominaciones en los últimos Óscar. Lo interpreta Russell Crowe, que consiguió la estatuilla hace un par de años con “Gladiator”
A un innovador como Ferrán Adriá se le asocian calificativos como genio, heterodoxo, proactivo, rompedor, creativo. Es el nuevo Dalí. A Jack Abrey, apelativos como visionario, motivador,
cohesionador, capacitador, creíble. Todo un modelo para conseguir que su gente dé lo mejor de sí misma. Sin embargo, son las dos caras de la misma moneda. Hemos comprobado en recientes investigaciones (Maister, 2001) que los resultados de negocio son causados directamente por la
satisfacción de los clientes y que éstos son consecuencia de la motivación de los profesionales. Ambas percepciones (las de los clientes externos y las de los empleados o clientes internos) son función del nivel de exigencia. La innovación es la resultante del impacto del nivel de exigencia
en los clientes y el liderazgo, la resultante del nivel de exigencia en los miembros del equipo. Por tanto, son dos formas de ver la misma realidad. No hay innovación sin liderazgo ni liderazgo sin innovación.
Más concretamente, en mi libro “En un lugar del Talento (La sensación de fluidez III)” expuse siete claves para confluir aplicables a los ejemplos paradigmáticos de innovadores y de líderes.
1) Perseguir un ideal. ¿Qué tiene de especial Ferrán Adriá? Sobre todo, que diferencia la
Alimentación (en la que la salud es prioritaria) de la Gastronomía (en la que el placer es lo más importante). Adriá practica “cocina de investigación”, que va más allá de la cocina creativa. Experimenta, pero desea saber el porqué de los resultados. Por ello
mantiene “El Bulli” en Rosas abierto seis meses al año e investiga en el “Bullitaller” en el Barrio Gótico de Barcelona la otra mitad del año. Jack Abrey es mucho más que un capitán que ha servido con Nelson. Sabe que si los franceses derrotan a los aliados en
los mares del sur, Napoleón puede conquistar Europa. Los imperios se ganan en el mar. Ambos luchan por una causa, no por un negocio. De su Visión y de su entusiasmo parte la energía con la que contagian a sus equipos y a sus clientes.
2) Transmitir serenidad y confianza. Adriá es un hombre tranquilo, sosegado, que no se deja llevar por la cólera cuando las cosas no salen como le gustaría. Seguramente
contar con 8.000 comensales al año y 600.000 peticiones de reserva no debe ser fácil. El capitán Aubrey vive enormes tensiones en su lucha contra el Auberón, un buque francés más rápido y fuerte, pero se trabaja el autocontrol dialogando con su amigo el médico Stephen Maturin y tocando piezas de cuerda juntos. Sabemos por la
neurología que los seres humanos tomamos mejores decisiones en calma que paralizados por la angustia. No es sencillo combinar la pasión para perseguir un ideal con la serenidad, pero es la marca de los líderes innovadores. Recordemos aquella
frase de Churchill: “Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad. Un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad”.
3) Actuar con flexibilidad y perseverancia. Los líderes/ innovadores actúan con flexeverancia (término que aúna la capacidad de respuesta a las condiciones cambiantes del entorno con la tenacidad fruto de las propias convicciones). Adriá
cambia de platos cada temporada, y por tanto no se enamora de sus propias ideas. No ceja en su empeño de saltarse los límites de la cocina, con platos como las croquetas líquidas o la paella a la Kellog’s. El capitán del buque Surprise en “Master &
Commander” varía de tácticas pero sigue persiguiendo al navío enemigo por las costas de Brasil, el cabo de Hornos o las islas Galápagos, hasta el punto de que no se sabe si su empeño es cuestión de lealtad o de ego.
4) Servir de caldo de cultivo de iniciativas. Ni el liderazgo ni la innovación son posibles sin un equipo. Ferrán Adriá cuenta con gente como Juli Soler, su hermano Albert, Oriol
Castro y hasta 40 cocineros. Desde que en 1987 Jacques Maximin (chef del hotel Negresco) le enseñó que “Creatividad es no copiar” exige de los miembros de su
equipo que prueben, se atrevan y aporten nuevas ideas. El Capitán Jack Aubrey cuenta también con un equipo que le sugiere con frecuencia cómo escapar de un buque rival más poderoso y conseguir derrotarle. De la cantidad de iniciativas surge la
calidad de las innovaciones y el auténtico liderazgo.


La innovación es la resultante del impacto del nivel de exigencia en los clientes y el liderazgo, la resultante del nivel de exigencia en los miembros del equipo.
5) Valorar a las personas. Los líderes/innovadores saben apreciar que las personas con la verdadera ventaja competitiva y por otro lado están altamente capacitados para
saber el potencial de las personas. Son muy conscientes de que, respecto al talento, la aptitud (los conocimientos y habilidades) es condición necesaria, pero la actitud (el talante) es lo marca la diferencia. La lealtad de los equipos tanto de Ferrán Adriá
como de Jack Aubrey son prueba de ello. 6) Generar relaciones de alto nivel. Para conseguir la capacidad de innovar y liderar, no
es necesario que los miembros del equipo sean amigos, pero sí que cuenten con un alto grado de confianza y de compromiso. La confianza es consecuencia de la
claridad, de un comportamiento previsible, del rigor y la profesionalidad. El compromiso, de que se pone “la carne en el asador” y que la implicación es máxima. Esta rara mezcla de confianza y de compromiso es el signo distinto de los grandes
equipos, como los pertenecientes al Bulli o al Surprise. 7) Influir por autoridad moral. Cuando se innova y lidera como debe ser, el ámbito de
influencia supera lo previsto. El 95% de las entrevistas que Ferrán Adriá concede no son para la prensa gastronómica: se ha convertido en un fenómeno sociológico. La victoria de los hombres de Jack Aubrey (variante de capitanes de la Armada que realmente
existieron) tuvo importantes consecuencias para que la Europa actual sea heredera del Congreso de Viena y no del Imperio Napoleónico. Es la autoridad moral, la verdadera influencia, la que decide.



En las organizaciones actuales, el liderazgo y la innovación ocurren sobre todo cuando los dirigentes actúan con sentido de propiedad. La revista Newsweek del pasado 12 de abril señalaba en su artículo de portada que, después de una década copiando el modelo americano
de beneficios rápidos, las empresas europeas están reorientándose hacia el ejemplo de otras compañías. Son las “empresas de emprendedores” (mal llamadas “empresas familiares”, porque la mayoría son de primera generación y sin voluntad de incorporar parientes), bien distintas de las
“empresas huérfanas”, que no tienen accionistas claros. Un estudio de Thomson Financial analizando el periodo 1993-2003 demuestra que en las seis principales bolsas europeas las empresas de emprendedores han crecido mucho más que las huérfanas. En Frankfurt, un 206%
frente a un 47%. En París, un 203% frente a un 76%. Incluso en Milán, con escándalo Parmalat incluido, la diferencia es de 18 puntos. Las convicciones son más rentables que la ambición desmedida. Las empresas con sentido de la propiedad y con rigor (como las suizas Kudelski,
Adecco o Serono, las francesas Sanofi-Synthelabo, TF1, LVMH, PPR, Danone, Carrefour o Michelin, la alemana BMW) se llevan el gato al agua. En esta línea, los “siete magníficos” de nuestro país
bien podrían ser Inditex (distribución textil), Irízar (autocares), Idea (distribución de electrodomésticos), Imaginarium (distribución de juguetes), Mapfre (seguros), Mercadona (distribución alimentaria) y Acciona (construcción). Son empresas en las que la gestión de
personas es muy importante y por ello aprovechan lo que Bernard Arnault (otro líder innovador, que posee el 59% de Louis Vutton Moet Hennesy) denomina “mastrigio”, prestigio de masas. Los sectores bancario, de energía, industrial suelen necesitar tales cantidades de capital que no están
al alcance de los emprendedores en el siglo XXI. Visión, que aporta energía, y ejecución, para dirigirla adecuadamente al mercado. Respetar de
veras a empleados, clientes, accionistas y la sociedad en su conjunto. Con la humildad de que queda por hacer más de lo que se ha conseguido. Señas de identidad de los innovadores y de los líderes. Una reflexión para la acción, el aprendizaje y el desarrollo.

No hay innovación sin liderazgo ni liderazgo sin innovación.
Juan Carlos Cubeiro y José Antonio Sáinz, directores de eurotalent.

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