viernes, 26 de febrero de 2010

EL GOBIERNO SE CONVIRTIÓ EN EQUIPO

Noticia de agencia, 5 de abril de 2005. Uno de los elementos diferenciales del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está siendo, además de la paridad de hombres y mujeres en la dirección
de sus ministerios, la voluntad de convertir el Consejo de Ministros en un auténtico equipo de trabajo. Siempre se ha dicho que un equipo de alto rendimiento consigue resultados sinérgicos, por encima de las contribuciones individuales, pero hasta ahora en la historia de la democracia
ningún gobierno había puesto el empeño de sentar las bases para forjar realmente un equipo, como hacen los comités de dirección de las mejores organizaciones.
A iniciativa del responsable de Innovación y Comunicación de la ejecutiva de su partido, al que le gusta estar al tanto de las últimas tendencias sociales y que había leído los libros de un consultor y
coach, considerado uno de los más reconocidos expertos en liderazgo de nuestro país, se organizó durante un par de días de semana santa de 2004 una “reunión de trabajo” para desarrollar al gobierno como un verdadero equipo, más allá de ser un grupo con intereses no
necesariamente coincidentes. Se reunieron en Urdaibai, Reserva de la Biosfera de la provincia de Vizcaya; en Txopenta, la primera casa de turismo rural de la Península Ibérica. Allí Arantxa y Jon (Txope) ejercieron de anfitriones y el mencionado consultor actuó como facilitador. “Un equipo de
VERDAD”, les explicó, “se define en la práctica por seis señas de identidad: Visión Compartida, Enfoque profesional de análisis de problemas, Roles Complementarios, Desarrollo de la confianza, Aprendizaje Continuo y Dinamismo del Entorno”. Iban a trabajar como equipo sobre todo ello.
Iniciaron la reunión con una presentación en la que cada participante tuvo que dibujar un escudo con su presente, pasado y futuro, y entre todos detectaron pautas comunes. Había, sin duda, más
elementos que los unían que aquellos que los separaban. Esos escudos decoraron la sala de reuniones de Txopebenta a los largo de los dos días. Durante la primera mañana, los miembros del nuevo Gobierno Zapatero conocieron las “fortalezas características” de cada uno en términos de
inteligencia emocional y estuvieron trabajando en pequeños grupos de 4-5 personas sobre los valores que compartían, seleccionando seis valores y definiéndolos, como “argamasa” del equipo, su misión ante la sociedad española y su visión a un año. Misión, visión y valores que
constituyen el “fuego” del equipo, la chispa que genera entusiasmo entre sus integrantes. Tras esta actividad, fueron juntos a visitar la cueva de Santimamiñe y el bosque de Ibarrola, para captar el sentido global de estas obras artísticas tan separadas en el tiempo y coincidentes en su propósito.
Comieron en la playa de Laga y después volvieron a trabajar la complementariedad de los
miembros del equipo. “Hay tres niveles de diversidad”, les explicó el facilitador. “La visible (de raza, género, etc), la tangible (que figura en un historial: edad, estudios, experiencia, etc.) y la intangible, las distintas formas de pensar, de aprender y de actuar. Hemos de tener en cuenta las
tres, porque lo esencial es invisible a los ojos”. Utilizaron el cuestionario de un especialista en aprendizaje para comprobar qué ministros estaban más orientados al pensamiento y quiénes más a la acción, quiénes más a la unicidad y quiénes más a la multiplicidad. El equipo, comprobaron,
estaba bien conjuntado; sin embargo, esta información les servía para desarrollar la tolerancia entre ellos. Esa parte era el “aire” (la variedad) del equipo de alto rendimiento y satisfacción.
Al día siguiente, juntos trabajaron aquellas situaciones que generaban y reducían la confianza dentro del equipo, porque, según aprendieron, “la confianza es como una cuenta corriente emocional, con sus depósitos y sus reintegros”. Y posteriormente establecieron juntos una serie de
“reglas de compromiso”, un decálogo que se iban a exigir unos a otros como componentes del equipo. Son la “tierra” del equipo. Con confianza y sin compromiso, un grupo no es un equipo sino un picnic. Con compromiso y sin confianza, un “sálvese quien pueda”. Ambos son esenciales para el funcionamiento del equipo.


Comieron en el casino de Mundaka, al otro lado de la ría, y por la tarde trabajaron juntos el “agua” del equipo, un plan de acción colectivo e individualmente un plan personalizado que
serviría de información para las sesiones con su “coach” estratégico, con el/la que, por supuesto, no hablarían de política ni de temas de estado sino de cómo mejorar como gestor y líder de un equipo de personas. Al antecesor de Zapatero le habían recomendado el coaching en un
interesante libro (La sucesión del líder), pero no se había dado por aludido. Este gobierno sí había aprendido la lección para que el poder no les cambiara.
En fin, desde que salieron de esta reunión de trabajo los miembros del nuevo gobierno dieron una sensación de auténtico equipo que sorprendió a los colaboradores directos y a la ciudadanía desde su investidura. Hasta ahora, un año después, no se ha sabido la verdadera causa de esta
mejor manera de hacer las cosas: se habían tomado en serio la forja de un equipo de alto nivel.
Esta noticia de agencia, que aparecería teóricamente dentro de un año, es pura ficción. O tal vez no. Si este tipo de reuniones de trabajo las realizan varios de los mejores comités de dirección de nuestro país, con enormes responsabilidades, ¿por qué no el gobierno de la nación? Sólo de ellos
habría dependido.
Un equipo de alto rendimiento consigue resultados sinérgicos, por encima de las contribuciones individuales.


Juan Carlos Cubeiro, director de eurotalent Publicado en Cinco Días el 3 de abril de 2004

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