viernes, 26 de febrero de 2010

AMENABAR Y LA CRISIS DEL CINE

A sus 33 años (que cumplirá el 31 de marzo), Alejandro Amenábar ha conseguido con Mar Adentro el Óscar, el Globo de Oro y 14 Goyas, además de ser galardonado en los festivales de Venecia, Bangkok y en los Premios del Cine Europeo. Con cuatro películas (Tesis, Abre los ojos, Los otros y la ya mencionada) se ha convertido en el gran fenómeno del séptimo arte en nuestro país, en el mayor de los talentos de nuestra filmografía. ¿Qué cualidades tiene Amenábar para destacar como lo hace, y sobre todo qué podemos aplicar de su talento al mundo empresarial? 1) La elección de las tramas . Cuando escribió Tesis a sus 21 años, siguió las reglas clásicas del cine: principio impactante, nudo sólido y un final inesperado. Sin embargo, nadie se había atrevido en nuestro país a tratar el tema de las “snuff movies”. En Abre los ojos, también con una estructura clásica, buscó el mito de la eterna juventud. En Los Otros dirigió una película de terror gótico con más susurros que sustos. Y con Mar Adentro alcanzó el compromiso social desde un canto a la libertad y a la vida. Sorpresa: en el cine de Amenábar las cosas no son como parecen... sin grandes efectos especiales. 2) Pasión por los detalles . Amenábar no deja nada al azar. Le entusiasma su trabajo, y se nota. “No me he propuesto inventar nada. Sólo pretendo mezclar elementos tratando de generar un producto nuevo”, ha declarado. Rodó su primera película en cinco semanas y media, la segunda en ocho, la última en doce, preparadas concienzudamente. 3) Elección de grandes actores . Fele Martínez, Eduardo Noriega y Ana Torrent en
Tesis; Noriega y Fele, Penélope Cruz y Nawja Nimri en Abre los ojos; la mejor Nicole Kidman en Los otros; Javier Bardem y un maravilloso elenco de secundarios en Mar Adentro. Actores con enorme potencial, en los que confió más que ellos mismos. Es capaz de liberar gran parte de su talento. 4) Cuidada banda sonora . Compositor autodidacta, Amenábar posee un excelente oído musical. Concibe la música simultáneamente a sus guiones y plantea la estructura de sus obras (melodramas, de terror o de ciencia ficción) en términos operísticos. 5) Atmósfera personal . En películas de diferentes géneros, crea un sello propio. Sus protagonistas (Ángela, César, Grace, Ramón Sampedro) viven en primera persona el conflicto entre la vida y la muerte.
“No me he propuesto inventar nada. Sólo pretendo mezclar elementos tratando de generar un producto nuevo”.
El director José Luis Cuerda le conoció en 1994 y se convirtió en su mecenas. En sus palabras: “He sido profesor durante años en la especialidad de audiovisuales en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca. He dado decenas de cursos de guión, dirección y dirección de actores. He participado en los tribunales que han examinado en la especialidad de dirección de la neonata Escuela de cine. He conocido por lo tanto a centenares de alumnos y tengo que confesar que, a lo largo de estos últimos diez años, sólo una vez alguien llamó la atención como la llamara en su día Alejandro Amenábar”. Fue todo un hallazgo, porque encontró a un hombre del Renacimiento con apenas 20 años de edad. Se habla mucho de la crisis del cine español, que no arrastra a los espectadores a las taquillas (la oscarizada Mar Adentro, La mala educación, El lobo e Isi Disi son las únicas excepciones de 2004) y, sin embargo en términos de calidad, la verdadera crisis parece ser la del cine americano. Las cinco películas candidatas al Óscar (las biografías de Ray Charles y Howard Hugues, el melodrama de Clint Eastwood, la creación de Peter Pan o el paseo entre copas) son obras menores, muy por debajo de las mejores cintas españolas, francesas o alemanas del año. “¿Qué es el cine? No os engañéis. El cine es una industria, es dinero. Son cientos y miles de millones invertidos en películas y recaudados en taquilla. Por eso no hay cine en nuestro país. Porque no hay concepto de industria. Porque no hay comunicación entre creador y público. Hemos llegado a un momento en que nuestro cine sólo se salvará si es entendido como un fenómeno industrial”, proclama en Tesis el profesor interpretado por Xabier Elorriaga. En nuestro país hay talento, individual y colectivo, pero no hay industria. Amenábar sabe conectar su talento y el de su equipo con los gustos del cliente a través de procesos eficaces, sin necesidad de aparecer demasiado en los medios (entre los estrenos de Los otros, en septiembre de 2001, y de Mar Adentro, en septiembre de 2004, no fue entrevistado por ninguna televisión). En términos de un Cuadro de Mando Integral, engancha las perspectivas de talento y de procesos (la calidad intrínseca) con las perspectivas del cliente y del negocio (la calidad percibida, que lo hace comercial). Sus proyectos son alabados por crítica y público y ampliamente respaldados por la taquilla. En su excelente biografía, “Amenábar, Amenábar”, el escritor Antonio Sempere define la filosofía de este joven director como “El mejor cine más visto”. Calidad y éxito. El de Amenábar es el mejor de ambos mundos: cine americano en lo formal (hay guiños a Hitchcock o Spielberg), con alto sentido del espectáculo, y europeo en el contenido; más profundo y riguroso que el del otro lado del Atlántico. Un magnífico ejemplo en el que fijarnos.
Juan Carlos Cubeiro, director de eurotalent Publicado en Cinco Días el 13 de marzo de 2005

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