martes, 2 de marzo de 2010

Y EL LÍDER ¿TIENE VACACIONES?

Llegan días de hacer y deshacer maletas, algunos (los más adelantados en el calendario) acaban de disfrutar de sus ansiadas vacaciones. Pero a los que más, todavía nos queda un tiempo para disfrutarlas… Supongo que a la vuelta se nos habrá olvidado hasta la forma de acceder a nuestro ordenador y volveremos a nuestro lugar de trabajo (algunos escribiremos incluso) con la cabeza oxidada. Adoramos nuestras vacaciones, son sagradas…pero qué ocurre con nuestro liderazgo, ¿También lo podemos dejar aparcado en nuestro lugar de trabajo? ¿Puede el líder dejar de comportarse como tal en vacaciones? ¿Qué ocurrirá si nos encontramos con situaciones no deseadas o si las vacaciones no fluyen como nosotros habíamos deseado? ¿No será el líder al que le tocará resolver las situaciones no deseadas del grupo (familia o amigos), y mitigar los problemas que van surgiendo, poniendo toda su carne en el asador (comprometido en el disfrute vacacional) para que las cosas fluyan tal y como teníamos previstas? ¿Puede el líder dejar de serlo, solo porque el calendario laboral está parado? Probablemente el líder en este entorno asumirá nuevas funciones; guiará a sus amigos, familia o grupo con los que está compartiendo sus vacaciones, creando un clima en el que todo fluya y contribuyendo en el éxito vacacional, de la misma forma que lo hace en su ambiente laboral. Veamos algunos de los dilemas que se le pueden presentar al líder en estos días;
• Nuestro niño jugando con su balón, golpea a una señora en la playa. Como líderes ¿mandamos (damos instrucciones de lo que el niño tiene que hacer) o le representamos (actuamos como embajadores ante la situación, pidiendo disculpas a la señora)?
• Nuestro grupo se encuentra completamente perdido en un sitio que no conocemos y no sabe hacia dónde ir. Como líderes del grupo, ¿orientamos (mostramos objetivos para obtener implicación o aceptamos (pedimos y aceptamos sugerencias)?
• Estamos con un grupo de personas en el que cada uno plantea hacer una actividad diferente. Como líderes, ¿gestionamos (nos decantamos por una opción y la ejecutamos, sin importar lo que el resto opine) o cohesionamos (intentamos generar armonía y llegar a un consenso)?
• Contratiempos varios en nuestro destino, el hotel no cumple todos las expectativas generadas. Al ponernos en contacto con la agencia ¿entrenamos (reconocemos lo bien hecho y señalamos las oportunidades de mejora) o mandamos (les damos instrucciones de no volver a contratar ese hotel más)? Estos serían unos ejemplos de las posibles actividades del líder (mandar, gestionar, cohesionar, aceptar, orientar, entrenar y representar) que pueden surgir en nuestro periodo vacacional. Al igual que en nuestro entorno laboral, el líder deberá decidir cuál es la actividad que más le conviene en cada momento. Liderar es como jugar al golf, así como el buen jugador usa el palo más apropiado en cada golpe, deberá decidir cuál es la actividad que más le conviene en cada situación. ¿Descansa el liderazgo? Cuando tenemos un objetivo con el que nos sentimos tan comprometidos como el de “disfrutar de nuestras vacaciones” nuestro liderazgo no descansa. Muchas personas se comportan más como líderes fuera de su lugar de trabajo, porque se comprometen más lejos de su entorno laboral. Si la misión del líder es cumplir los objetivos con éxito y liberar el talento de los componentes de su equipo, podemos pensar que esta definición es válida dentro y fuera de nuestras esperadas vacaciones. ¡Seguramente los líderes seguirán comportándose como tal en estos próximos días…!

Nuria Sáez, gerente de Eurotalent

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