martes, 2 de marzo de 2010

EL MANAGEMENT ESPAÑOL VISTO DESDE ARGENTINA

Argentina es un país que ha recibido, como muchos otros de Hispanoamérica, el influjo de la cultura de Estados Unidos. Esto ha sucedido en todos los ámbitos de su actividad, incluido, como es lógico, en el de los sistemas de Gobierno de Personas y organizaciones, lo que comúnmente se conoce como Management. Con traducciones más o menos acertadas, han llegado a nuestro país, y también a los de nuestro entorno, conceptos y expresiones creados en el ámbito anglosajón. La recepción ha sido diversa dependiendo en muchas ocasiones de los lugares en los que los directivos se hayan formado. Muchos lo han sido en Estados Unidos, en alguna de sus famosas escuelas de negocios, y lógicamente perciben como más natural maneras de decir del coloso del norte de nuestro Continente. Desde hace algunos años, además, está incrementándose la influencia de los enfoques europeos del management. Y muy particularmente, como es natural, de España, que no deja de ser nuestra madre patria. Madre con la que a veces se discute, pero de la que seguimos aprendiendo. Entre otros motivos, porque el idioma común que nos une facilita grandemente la comunicación. Conocí durante mis estudios de postgrado en España un libro que me impresionó. Era de un profesor de la Universidad Complutense de Madrid, el catedrático José Luis García Ruiz. Llevaba por título: “Grandes creadores en la historia del Management”, y había sido publicado en Barcelona, en la editorial Ariel (2002). Se incluían 16 españoles contemporáneos, entre otros el propio director de nuestro programa Master. Hace pocos meses apareció en España otro libro que ha tenido también su eco a este lado del Atlántico. En este caso se trataba de un profesor de la Universidad Antonio de Nebrija llamado Francisco Alcaide. El volumen lleva el título de “Who’s who en el Management español”, y ha sido editado por Interban Network. Al comparar las dos obras, verifiqué que había nombres comunes a los dos listados, el primero – como he dicho– era de 16 personas y el segundo de 14. Las personas coincidentes eran fundamentalmente los miembros del denominado Top Ten Management español. La influencia de esas personalidades es cada vez mayor tanto en nuestro país como en otros de la región. No pretendo en estas breves líneas narrar cosas que el lector interesado puede descubrir en los dos libros citados. Más bien pretendo dar una visión personal sobre algunas de las aportaciones de esos pensadores, tal como se contemplan desde acá. En el prólogo del libro de Alcaide, se cita como pioneros de los estudios modernos de Management en España a dos personas a quienes tuve la fortuna de conocer: Javier Fernández- Aguado (director de mi MBA) y Juan Carlos Cubeiro. No puedo estar más de acuerdo en esa afirmación.
Hoy en día, los profesionales de Argentina, sin dejar de mirar a Estados Unidos, observamos cada vez con más atención las aportaciones de esos pensadores españoles. Otros autores han tenido más éxito editorial, quizá porque sus obras son más divulgativas, pero tanto Cubeiro como Fernández-Aguado son los que han elaborado un pensamiento coherente, consistente y no una suma de reflexiones acertadas. En ese mismo grupo de pensadores cuyas aportaciones son sólidamente coherentes incluyo a José Aguilar, José María Ortiz y a Nuria Chinchilla. Los tres han centrado sus reflexiones en cuestiones muy determinadas: la tercera en la conciliación de la vida familiar y profesional; el primero en la gestión del cambio y la innovación, y su comunicación a los diferentes stakeholders; y el segundo en metáforas aplicables a la dirección de empresas. Alguien ha sostenido que los pensadores son como volcanes nevados. Cuando se calienta el volcán, la nieve se derrite convirtiéndose en agua que llega a alimentar las tierras más bajas permitiendo el crecimiento de los cultivos. Aguilar, Chinchilla, Ortiz y particularmente Cubeiro y Fernández-Aguado, se encuentran en esa categoría de pensadores cuyas aportaciones están ya fecundando a muchos, precisamente porque han procurado calar a fondo, reflexionando en profundidad tanto sobre los modos de gobierno como sobre el ser humano, y sus maneras de reaccionar. Las propuestas norteamericanas –muchas veces muy pragmáticas– resultan en parte válidas en un país como el nuestro que está saliendo de una profunda crisis y que más que nunca precisa de un fuerte y sólido desarrollo a través del esfuerzo personal y colectivo. Argentina tiene toda la capacidad para transformarse en una economía pujante, por ello todas esas ayudas conceptuales y prácticas son enriquecedoras y merecen ser difundidas en las organizaciones de nuestro país. Las aportaciones europeas, y muy en concreto las que llegan de España y a las que me estoy refiriendo combinan tanto técnicas para resultados como un conocimiento más profundo del ser humano. En el año que estuve en España realizando mi MBA, tuve la oportunidad de ahondar mi reflexión sobre la cultura griega y romana de la que toda Europa depende en buena medida (de la que nuestro director era un grandísimo experto) y la que se encuentra en la base de esos desarrollos posteriores. Hoy en día, los profesionales de Argentina, sin dejar de mirar a Estados Unidos, observamos cada vez con más atención las aportaciones de esos pensadores españoles que han comenzado una revolución intelectual y práctica que en mi opinión se encuentra sólo en sus comienzos. Una de las razones por las que creo esto es porque –por ejemplo– sobre uno de los pensadores que he citado, Fernández-Aguado, se han escrito docenas de libros y ensayos analizando su pensamiento y aportaciones. Eso, hasta hace poco, sólo había sucedido con autores del ámbito anglosajón y con algún que otro centroeuropeo. Que docenas de autores, tanto europeos como americanos se ocupen –nos ocupemos– de lo que escribe y desarrolla ese pensador manifiesta que sin desatender lo que llega de USA, cada vez más importa lo que llega de España. Como es lógico, otros estarán más atentos al día a día o los flashes de quienes escriben bestsellers que hoy se venden pero mañana se olvidan. Los cinco autores citados me atrevo a considerarlos como clásicos. Quizá no lleguen a ser leídos por las grandes masas, no obstante ello, su influencia en el medio está siendo inmensa y seguramente ese aporte será mayor aún en un mediano y largo plazo.
Pablo Javier Olaiz, Socio Director de la Consultora Human Business Socio de Cardozo-Olaiz & Asociados Abogados Publicado en Executive Excellence, en junio de 2007

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