miércoles, 3 de marzo de 2010

LECCIONES OLIMPICAS PARA LONDRES

Hace cuatro años, nos preguntábamos en este mismo espacio que si fuéramos miembros del Consejo de Administración de España S.A. y nos presentaran los resultados de nuestros deportistas tras los Juegos Olímpicos ¿qué responderíamos? Tras Beijing 2008, podemos de nuevo analizar la situación y extraer enseñanzas para los Juegos de Londres.
- Resultados generales: 18 medallas. Las que predijo Luciano Barra, ex Director General
La empresa debe aprender mucho del deporte, del espíritu olímpico y de sus valores. Y el deporte –especialmente el olímpismo– ha de aprender mucho de la perspectiva estratégica y de la eficacia en la gestión del mundo empresarial. Y así será, para aprovechar la oportunidad de los mejores deportistas de la historia de nuestro país.
del Comité Olímpico Italiano y un gran experto en olimpismo. Una menos que en Atenas, tres menos que en Barcelona 92, una menos de las 19 del Modelo Olímpico de PricewaterhouseCoopers. El COE predijo 17 y el CSD, 20. Hemos estado en línea, pasando del puesto 19º al 14º. Sin embargo, la fiesta va por barrios.
- Ganar o no perder: El Presidente del COE, Alejandro Blanco, vaticinó seis medallas de oro. Así ha sido (la medalla de vela 49er de Iker Martínez y Xabi Fernández es sin duda de oro; los daneses en barco croata debieron ser descalificados). Sin embargo, no las han obtenido los considerados favoritos (triatlón, ciclismo femenino, 20 km marcha, C1 500, taekwondo…). Las han logrado los ciclistas Samuel Sánchez y Joan Llaneras, los regatistas Fernando Echávarri y Antón Paz, los piragüistas Saúl Craviotto y Carlos Pérez y por supuesto Rafa Nadal. Efecto Quijote: han ido a por todas. Se trata de entusiasmo, de jugar a ganar… no a no perder. Cuando uno juega a no perder, a conservar lo que se tiene, no obtiene lo máximo.
- Quienes no fallan: Cumplió Nadal, cumplió Mengual, cumplió David Cal. Cinco medallas entre los tres. Fortaleza mental y humildad de grandes campeones, como Gervasio Deferr. Son referencia mundial. Se han portado el ciclismo, la vela, la esgrima, el tenis, la sincro, el piragüismo. - Equipo, equipo, equipo. Excelentes las selecciones españolas de baloncesto (jugando de tú a tú al Redeem Team, ha sido la vencedora moral), de hockey hierba (también en la final olímpica), de natación sincronizada (innovadoras como ningunas) y de balonmano (arrasando a Croacia en el partido por el bronce). Grandes sensaciones. Muy bien en waterpolo y baloncesto femenino (quintos) y en hockey femenino (séptimas). Mucho mejor que hace cuatro años. Magníficos “coaches” los nuestros. Han generado un espíritu de equipo sensacional, del que nos sentimos orgullosos. Estos Juegos han demostrado que somos los mejores en trabajo en equipo (pasión y sistema), cuando los entrenadores son de categoría mundial.
- Decepcionante. Así lo ha calificado el propio Presidente de la Federación Española de Atletismo: “decepción, no fracaso”. 54 atletas sobre 288 deportistas nacionales (tercera delegación masculina más numerosa tras Estados Unidos y Rusia) y ninguna medalla, por primera vez en 20 años. Se hablaba en atletismo de 8-10 opciones de medallas y han sido 11 finalistas (10 en Atenas). Fallaron todas nuestras opciones. En los tres grandes deportes olímpicos (atletismo, natación, gimnasia), de momento tenemos muy poco que decir. En Beijing 2008 han participado 28 deportes y 38 modalidades olímpicas, de las que hemos competido en 33 y en la mitad no hemos obtenido medalla. Si bien no podemos caer en la “medallitis”, las medallas en unos Juegos es como el cash-flow o el ebidta en las empresas: una variable sobre el estado de la cuestión. Cuando no se consiguen medallas, suele recurrirse a “la mala suerte”.
- La miel en los labios. De entre los países con más de 5 oros, China ha tenido una proporción oro-plata de 2’5/1, Gran Bretaña, Alemania, Ucrania, Holanda y Corea del Sur de 1’5/1, Estados Unidos y Rusia, 1/1. España tiene una proporción oro-plata de ½ (sólo Francia tiene 1/2’5). Por no hablar de la relación entre las medallas de bronce y los diplomas olímpicos. En Atenas conseguimos 19 medallas (tres oros) y 51 finalistas; en Pekín (cinco oros, en realidad seis), 18 medallas y diplomas.
Conclusiones: “Hemos dado un empujón, pero no el salto que podía darse” (Jaime
Lissavetsky). España S.A. necesita un Cuadro de Mando Integral (CMI) respecto al deporte olímpico. La 8ª potencia económica del mundo no puede ser la 14ª en el Olimpismo. En la culminación del CMI, el número de medallas. Pero debe estar presente la inversión, los procesos de preparación y la búsqueda y desarrollo del talento. En nuestro país dedicamos 80 millones de euros a la alta competición, en tanto que Italia (27 medallas) invierte cuatro veces más que nosotros y Francia (39 medallas), ocho veces más. El deporte de élite español es una de las pocas buenas noticias en un país en profundo desconcierto y uno de los mayores elementos de integración nacional y entusiasmo colectivo. Como decíamos hace 4 años, merecemos entre 35 y 40 medallas.
En Pekín hemos competido muy lejos de casa, en condiciones atmosféricas a veces difíciles, con muy pocos aficionados apoyando. En Londres estaremos geográfica y culturalmente mucho más cerca, por primera vez en dos décadas. Necesitamos mucho más presupuesto (público y privado), más y mejor estrategia con una perspectiva a largo plazo, mayor integración entre las disciplinas deportivas y más calor humano, cercanía, en la competición. La empresa debe aprender mucho del deporte, del espíritu olímpico y de sus valores. Y el deporte –especialmente el olímpismo– ha de aprender mucho de la perspectiva estratégica y de la eficacia en la gestión del mundo empresarial. Y así será, para aprovechar la oportunidad de los mejores deportistas de la historia de nuestro país. Tenemos que empezar ya, para que en 2012 superemos, a buen seguro, el registro de Barcelona 92 (22 medallas, 13 de oro).

Juan Carlos Cubeiro, director de Eurotalent

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