miércoles, 3 de marzo de 2010

EL CRONOMANAGEMENT

En cierta ocasión, un crítico le dijo a Nacho Vigalondo (uno de los mejores directores del nuevo cine español, nominado al Óscar por su corto 7:35 de la mañana) que estrenaría su ópera prima cuando las ranas críen pelo o España llegue a la final. Ha ocurrido lo segundo y el pasado 24 de junio se pre-estrenó Los cronocrímenes (Timecrimes) en el Palacio de Festivales de Santander ante más de 1.500 personas. Tres días después se presentó con 70 copias en toda España.
La trama es la siguiente: Un hombre ve desde su casa, a través de unos prismáticos, a una chica desnuda en el bosque; cree que está en peligro y va a su encuentro, momento desde el cual se ve perseguido por un lunático con la cara cubierta por una venda rosa y armado con unas tijeras. Tratando de escapar se oculta en una máquina que lo hará viajar en el tiempo hacia el pasado. El guión es sumamente ingenioso, explota la curiosidad humana y se vale de un actorazo como Karra Elejalde en el papel de un “voyeur inocentón”.
En el mundo empresarial, el “cronomanagement” (la gestión del tiempo) suele referirse a la focalización en prioridades y a evitar los “ladrones del tiempo” (visitas, llamadas, viajes, e-mails, reuniones) como modo de ser más eficiente. Y sin embargo, los expertos dicen que lo que se debe gestionar no es el tiempo (que siempre es el mismo) sino la energía (la capacidad para hacer un trabajo): la energía física, la emocional, la mental y la espiritual (valores).
La película (con cuatro personajes, interpretados por Elejalde, Barbara Goenaga, Candela Fernández y el propio Vigalondo) es “un thriller psicológico cerebral diseñado para destrozar la cabeza del público” (según su director) que ha triunfado en los festivales de Sundance, Austin (mejor película), Trieste (mejor peli de ciencia-ficción), Ámsterdam (Premio del Jurado) y Filadelfia (también Premio del Jurado). La productora de Tom Cruise, United Artists, ha comprado los derechos de la película y rodará el “remake”, producido por Steven Zillian (American ganster, Juego de patriotas, Peligro inminente) con guión de Timothy Sexton (“Hijos de los hombres”) y tal vez dirigida por David Cronenberg (imdb lo da por hecho). Harry Knowles, el gurú de Internet, considera Los cronocrímenes “inteligente, elegante y humana”. El Washington Post la describe como un mix de La ventana indiscreta y 12 monos. El experto cinematográfico Jordi Costa ha escrito que “es la mejor película de ciencia ficción del cine español”. Y aquí ha estado sin distribución durante más de dos años. Así tratamos en nuestro país a la Clase Creativa en numerosas ocasiones.En el mundo empresarial, el “cronomanagement” (la gestión del tiempo) suele referirse a la focalización en prioridades y a evitar los “ladrones del tiempo” (visitas, llamadas, viajes, e-mails, reuniones) como modo de ser más eficiente. Y sin embargo, los expertos dicen que lo que se debe gestionar no es el tiempo (que siempre es el mismo) sino la energía (la capacidad para hacer un trabajo): la energía física, la emocional, la mental y la espiritual (valores). Siguiendo las ideas de esta película de Nacho Vigalondo, ¿y si el cronomanagement fuera realmente un viaje en el tiempo?
Pensemos en los planes estratégicos que elaboran las compañías. Suelen considerarse una especie de “brindis al sol”, fríos y distantes, tratando de imaginar lo que va a suceder (el entorno) y poniendo recursos para “adaptarse” al cambio. ¿Y si fuera un apasionado ejercicio de visualización sobre el futuro –el futuro que nos gustaría– y, concretado éste, “viajáramos hacia el pasado” para hacerlo posible?
Uno de las investigaciones más interesantes en comportamiento humano es la que la dirigió Walter Mischel en Stanford en la década de los 60. A niños de cuatro años se les dejó elegir entre comerse un “marshmallow” (una chuche con forma de nube) o tener dos si esperaban 15 minutos. Unos esperaron, otros prefirieron el “pájaro en mano”. Décadas después, se analizó qué había sido de esos niños, los ansiosos y los pacientes. El estudio demostró fehacientemente que posponer la gratificación es el mejor predictor de éxito futuro. Las implicaciones de este experimento son enormes a favor de la confianza, de la perspectiva, de la tenacidad, de la influencia honesta. De viajar al pasado desde el futuro.
Pensemos por ejemplo en el Plan estratégico 2008-2010 de la Caja de Burgos (una de las entidades más eficientes del sistema financiero), presentado en sociedad el miércoles de la semana pasada. Para años duros, la Caja prevé incorporar 45.000 nuevos clientes y captar 1.600 millones de euros de pasivo, con un crecimiento del 8% anual. ¿Cómo lograrlo? Con 200 planes de actuación, que potencien la internacionalización, el negocio con empresas, creando una compañía de seguros de vida, potenciando la innovación y la responsabilidad social corporativa, elevando la satisfacción del cliente al 85%, impulsando su imagen y atrayendo y fidelizando el talento… “Veremos la luz en 2010”, dijo Leoncio García, Director general de Caja Burgos, en la presentación del plan. Así atajarán la crisis.
Desde el cronomanagement, lo mejor es sentirse en 2010 y viajar al pasado, como hace Karra Elejalde en la película.
* imdb: international movies data base
Juan Carlos Cubeiro, director de Eurotalent Publicado en Expansión y Empleo, el 11 de julio de 2008

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