miércoles, 3 de marzo de 2010

NUEVAS PERSPECTIVAS DEL TALENTO Y LA ESTRATEGIA: SE TRATA DE UN

Estamos en plena Crisis Ninja. Algunos expertos, como el veterano profesor Leopoldo
Abadía, así la denominan porque se inició cuando algunas entidades financieras, ante bajos tipos de interés, dieron préstamos a Ninjas (No Income, No jobs, No Assets; personas sin ingresos, sin empleo y sin propiedades) con la fantasía de que, como el precio de las casas iba a seguir creciendo, bastaba con quedarse con lo hipotecado. Oriol Amat (en su libro Euforia y pánico), el profesor de Yale Robert Shiller (El estallido de la burbuja) o el Premio Nobel Paul Krugman han llegado a las mismas conclusiones. Una crisis de liquidez, de pinchazo de la burbuja inmobiliario, de caída del consumo y de desempleo, que puede alcanzar del 19 al 22%.
La respuesta más habitual, la de más del 80% de las compañías, es la que simboliza la periodista de Financial Times Lucy Kellaway en el especial El mundo en 2009. Dice Lucy Kellaway en el mencionado número de The Economist (y se reprodujo en la revista
Tiempo) que el 2009 es “el año del director financiero” (CFO). Que “nadie hablará del CIE (Coeficiente de Inteligencia Emocional). En su lugar, se premiará el VEA (Valor Económico Añadido).” Que “el igualitarismo y el otorgamiento de poderes (empowerment) empezarán a flaquear.” Que “oiremos habar menos de ‘visión’ y más de ‘valor’.” Que “el mayor perdedor de la lucha por el poder será el director de recursos humanos.” Que “el ‘talento’ será un término al que diremos adiós. En 2009, el término ‘empleados’ volverá con fuerza, al igual que el término ‘plantilla de personal’. Que “el director de marketing también perderá fuerza.” Y que “dejarán de celebrarse talleres de risas a cargo de una persona externa contratada a tal fin, porque, en el mundo que se presenta en 2009, no habrá mucho de que reírse.”
Las profecías de esta agorera británica (que nunca ha sido partidaria del
“¿Cuánto va a durar esto?” Para quienes practiquen el neotaylorismo, puede durar para siempre, otras organizaciones pueden salir fortalecidas de esta crisis.
management humanista) son un ejemplo de CET: Campear el Temporal. Suponen la vuelta al taylorismo, el “management científico” que considera que las personas somos por naturaleza perezosos, que se deben controlar los tiempos y los movimientos de los trabajadores, que hay dos mundos (los directivos, que piensan, y el resto, que ha de obedecer) y se especializan las tareas en compartimentos estancos. La pregunta más peligrosa que las empresas pueden hacerse hoy en día es: “¿Cuánto va a durar esto?” Para quienes practiquen el neotaylorismo, puede durar para siempre (pues acaba con la supervivencia de la empresa); otras organizaciones pueden salir fortalecidas de esta crisis.
Crisis Ninja. No sólo por los clientes morosos de la banca (hoy en más de 280.000 hogares españoles no hay ningún miembro de la familia trabajando), sino por los decisores de las empresas. En la historia japonesa, los ninja o shinobi eran un grupo militar de mercenarios que, en la guerra, practicaban el asesinato, el espionaje, el sabotaje y otras malas prácticas. Nacieron en el siglo VI y adquirieron notoriedad en el XV. Ninja viene de jitsu (“arte”) y nin (“escabullirse”): el arte de escabullirse. El último ninja fue Fujita Seiko en 1966.
Sin embargo, las TMNT (Tortugas Ninja Mutantes Adolescentes) son un comic creado en 1980 y convertido en serie de dibujos desde 1987 hasta 1996. Se trata de cuatro tortugas con nombres de pintores renacentistas: Donatello, Rafael, Michelangelo y Leonardo, así como de su entrenador, la rata Splinter (“Astilla”). Esos Ninja podrían ser los directivos tayloristas:
- El Director Financiero que atiende exclusivamente a los estados financieros (balance, cuenta de resultados, estado de origen y aplicación de fondos), que se desentiende (o incluso desprecia) de los intangibles de gestión (cultura corporativa, clima laboral, compensación equitativa, competencias de los profesionales), que sólo se centra en el “Valor” para el accionista (el EVA al que se refería Lucy Kellaway).
- El Director de Marketing, que defiende a uñas y dientes su presupuesto de “publicidad” (sin otras fórmulas más eficaces de difusión de la marca), que anima a la “presión” para la venta, que minimiza costes (que en algunos casos son rentables inversiones) con tendencia a la “anorexia” corporativa.
- El Director de Sistemas que utiliza una jerga incomprensible, que nunca ha conseguido del todo la inversión necesaria (España ha dedicado, en tiempos de bonanza, el 5’3% del PIB a Tecnologías de Información y Comunicaciones, frente al 12’3% de la Unión Europea y el 15’2% de USA), que no ha explicado bien cómo ayuda la gestión del conocimiento a la productividad (Does IT matter?, ¿Importan las Tecnologías de la Información?, se preguntaba el experto Alan Carr).
- El Director de Personas, que ha desaprovechado en buena medida esta década de “guerra por el talento”, al dedicarse a la “motivación” en plan abstracto, a la “paz social” (los conflictos con los sindicatos), a la retribución y no al resto de la compensación de los profesionales. El resultado: baja productividad (el 29º del mundo), cuando más del 60% depende de la calidad directiva (España es la 26ª en ese capítulo), con un 16% de buenos líderes y un 36% de jefes tóxicos, así como un 38% de empleados que sufren de trastornos psíquicos.
- Y el jefe de todo esto, el Director General, utilizando el miedo, fomentando la desconfianza y el control.
Los siete pecados capitales del neotaylorismo que reaparece en esta crisis son:
- el cortoplacismo avaricioso en las finanzas
- la obsolescencia glotona en el marketing - la desinformación lujuriosa en los sistemas
- la frustración envidiosa en los RRHH
- la improvisación perezosa por falta de estrategia
- el individualismo en los “comités de dirección”
- la desorientación iracunda por escaso liderazgo Estamos viviendo un cambio de modelo. Saldrán fortalecidas de esta crisis la
confianza, la excelencia, la innovación y el talento. Por eso, los directivos (individual y colectivamente) han de pasar de Ninjas (No Innovation, No jobs with added-value; Sin Innovación ni Profesionales de Valor Añadido) a Samuráis, gente de honor. Los samuráis han sido la élite militar del Japón desde el siglo X hasta su desaparición en el siglo XIX con la restauración Meiji. “Samurái” viene de “saburai”, “aquellos que sirven” (liderazgo de servicio). El último samurai fue Saigo Takamori, que murió en 1889.
Las hazañas de los samurais han sido proclamadas en el cine por Akira Kurosawa en
Los siete samuráis (1954), cuya versión americana fue Los siete magníficos (1960), dirigida por John Sturges. Los siete samuráis de esta crisis son:
1. La perspectiva : Es el arte de dibujar volúmenes en el plano. Por tanto, significa pasar de dos dimensiones (pasado, presente) a tres (incluir el futuro, los predictores). Agustín de Ibarrola, creador del Bosque de Oma, está fascinado por las dos y tres dimensiones. Desde el punto de vista económico-financiero, la perspectiva significa considerar, además de los estados financieros convencionales, otros diez intangibles de gestión: el diagnóstico sobre cultura actual e idónea, clima laboral, equidad en la compensación, adecuación del talento (competencias), calidad directiva, calidad de los equipos, eficiencia en los procesos, capacidad de innovación, satisfacción y lealtad de los clientes, valor de la marca.
2. Posicionamiento . Significa ser diferente, contar con una cierta reputación externa e interna (en el país que consume más marca blanca de Europa, con el 32% del total), convertirse en una “lovemark” (que genera amor y respeto), que obtiene lealtad de los clientes, confianza en los mercados y sorpresa positiva.
3. Productividad . En el único país de la UE que ha tenido productividad negativa a lo largo de toda una década, significa fomentar de verdad procesos transversales que rompan los compartimentos estancos, eliminar lo inútil (que no aporta valor para el cliente) y transformar positivamente todo el tratamiento mecánico. Todo ello teniendo en cuenta que el clima laboral supone el 44% de los resultados de negocio.
4. Talento . Más allá de la Inteligencia, el Talento es poner en valor lo que uno sabe, quiere y puede hacer. Es “capacidad por compromiso en el contexto adecuado”. Es cuestión de disfrute, diversidad, dedicación y dominio (a través de la “práctica deliberada” de 10.000 horas). El Talento se concreta en la llamada Clase Creativa, con competencias como la Iniciativa, el Servicio al Cliente, la Integridad, el Trabajo en Equipo, la Autoconfianza y el Autocontrol.
5. Equipo . Partiendo de un tándem (la unidad mínima de Liderazgo), un equipo es un grupo que genera sinergias. Un Equipo de verdad no se improvisa: requiere de una Visión Compartida, un Enfoque profesional, Roles complementarios, Desarrollo de la confianza y el compromiso, Aprendizaje y Dinamismo.
6. Estrategia . Proviene de “estrategós” (el canciller griego). Por tanto, Estrategia es lo que es importante para quienes deciden. Para clarificar lo importante, son esenciales herramientas como el Cuadro de Mando Integral, con cuatro perspectivas (Negocio, Clientes/Mercado, Procesos y Personas), que descienden a todos los niveles de la organización. El contrato entre la empresa y sus profesionales ya no es de obediencia a cambio de un empleo para toda la vida, sino de aportación de valor a cambio de empleabilidad y, cada vez, de felicidad, entendida como “la experiencia global de placer y significado” (Tal Ben Shahar, profesor de Harvard).
7. Liderazgo . Al estilo del Presidente Obama, el Liderazgo del siglo XXI significa valentía, optimismo, sentido social y “la audacia de la esperanza”. No hay líder sin equipo ni equipo sin líder.
Para pasar de Ninjas a Samurais, las asignatuas son:
- Estrategia Integral
- Gestionar los intangibles
- Posicionar la compañía
- Hacer Equipo
- Mejorar la Productividad
- Contar con Clase Creativa (Talento)
- Promover el Coaching Citando a Albert Einstein: “No pretendamos que las cosas cambien si siempre
hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia”.
Ante la Crisis Ninja, una Empresa Samurái. Como ha escrito recientemente Juan José Almagro (MAPFRE): “la empresa del siglo XXI es, debe ser, una institución de servicio público con un fuerte compromiso social”.

Juan Carlos Cubeiro, Director de Eurotalent Ponencia, el 29 de Enero de 2009

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