lunes, 1 de marzo de 2010

RAFA BENÍTEZ, LA IDENTIDAD DE UN COACH

Rafa Benítez se ha convertido por méritos propios en el entrenador de moda. Campeón de la Champions League en su primer año con el Liverpool, después de un partido en el que su equipo
acabó el primer tiempo perdiendo por tres goles a cero, ¿Qué les dijo a sus hombres en el vestuario? ¿Cómo pudo prepararles para llegar hasta esa final? ¿Cuáles son las claves de su
talento deportivo? Un talento excepcional que ha merecido la felicitación de la mismísima Reina de Inglaterra.

Tuve la suerte de conocer a Rafa en Valencia hace un par de años. Yo estaba trabajando como director de eurotalent con los directivos de una de las principales entidades financieras de nuestro
país. Una de las actividades del programa de desarrollo consistía en reunirnos durante una comida para conversar con dos representantes deportivos del principal equipo de la Comunidad
Autónoma, el Valencia C.F. Vinieron Santiago Cañizares (portero también en ese momento de la selección nacional) y su entonces entrenador, Benítez, la temporada en que ambos culminarían ganando la Copa de la UEFA y la liga. Descubrí en este diálogo la gran personalidad de Santiago
Cañizares. ¡Cuánto gana cuando se le escucha, respecto a su imagen manchada por la torpeza de sus aspavientos durante algunos encuentros de fútbol! Y también descubrí a un gran Benítez, en sus palabras y, sobre todo, en sus silencios.
Llevaba Cañizares la batuta de la conversación; Rafa Benítez escuchaba. Sobresalía la claridad y el tono pausado de Cañizares en su discurso. A Rafa se le notaba el orgullo por el trabajo de su
equipo. Cualquier pregunta sin destinatario específico era respondida por “Cañi”, en tanto Rafa gesticulaba con suavidad, acompañando y reforzando la respuesta de su portero. El Valencia estaba jugando un lance (en este caso de marketing ante los profesionales de una entidad a la
que se siente cercana) y el coach se mantenía en un discreto segundo plano. Jugaba el jugador, suya era la responsabilidad, y se volvía a percibir también aquí el inconfundible sello de Benítez: sus jugadores nunca pierden la compostura. Mantener la calma como santo y seña de liderazgo.
También habló Rafa durante la comida, por supuesto. No soy capaz de transcribir con exactitud sus palabras por efecto del tiempo, pero recuerdo con cierta nitidez el perfil de su personalidad
como entrenador. Revivo su pasión por lo que hace (como estudiar con atención los partidos de su equipo) y que no le temblara el pulso ante decisiones impopulares (entonces, apartar a un
jugador con tanto peso en la hinchada como Kily, hoy prescindir de medio Liverpool a pesar de haber ganado la Copa de Europa después de dos décadas). Hace lo correcto, no lo que queda bien de cara a la galería. Rafa Benítez se conoce bien a sí mismo, aprovecha sus oportunidades
de mejora trabajándolas... con éxito. La inteligencia intra-personal (la capacidad para gestionar sus propias emociones: seguridad,
serenidad, superación) de Benítez es contagiosa, de lo que puede deducirse que a su inteligencia para relacionarse con los demás (espíritu de servicio y de consecución de resultados del equipo) tampoco le va nada mal. Su actitud con el poliédrico Cañizares ya descrita es un buen ejemplo;
sin embrago, para mí el mejor de todos es el caso de Mista. Jugador polémico en su salida del Real Madrid, tras su pasó por el Tenerife, Rafa Benítez creyó en él e insistió para que recalara en el club del Turia. Tras dos primeros años malos, se hizo con el puesto de delantero centro y acabó
siendo elegido mejor deportista en 2004 y mejor jugador de la final en que el Valencia ganó la Copa de la UEFA. Benítez creyó en Mista más que el propio jugador, y éste no le defraudó. Los apoyos de Rafa en este caso (siempre los busca) fueron el representante de Mista (que es el mismo que el suyo) y el preparador físico. Entre ellos forjaron el carácter del jugador: le orientaron hacia lecturas de entrenamiento mental y hacia el trabajo físico y constante “Me ayudó a saber
que no se trabaja de hoy para mañana. Que tiene que ser para largo. Y, sobre todo, que por un partido o un día malo, no te puedes valorar. El trabajo se mide a la larga. Y que tu trayectoria no la tira por tierra una mala actuación”. Venció su fragilidad anímica, poco a poco “la confianza y
los goles, te hacen más fuerte, te hacen creer más en ti mismo. Era de los que cuando fallaba una acción le daba muchas vueltas... Cuando uno falla, levanta la cabeza y vuelve a intentarlo...”. Grandes lecciones para el fútbol y para la vida.
Mista fue, a partir de entonces, delicado pero agresivo “por mi afán de ganar desde pequeño”; la falta de velocidad que exige el área “lo suplo con sentido de la colocación”; consciente de que
su limitación para jugar fue la forma física “Al final he podido mejorar. Cuando se conocen, es más fácil corregir tus debilidades. Analizándote, no creyéndote el mejor y dejándote aconsejar”... Pero Benítez se fue al finalizar la pasada liga, y ese único cambio en el entorno de Mista ha apagado la
luz, de momento, en el éxito del jugador y en el de su equipo. El “coach” Rafa Benítez llegó a Anfield (el estadio del Liverpool) y empezó a pedir jugadores
españoles para mejorar el equipo, ante las protestas de algunos hinchas. Ficha a Xabi Alonso, Luis García, Núñez, Morientes y Josemi. Al mismo tiempo Claudio Ranieri recalaba en el Valencia haciéndose acompañar de seis italianos. Su primer partido al frente del Liverpool lo juega el 10 de
agosto contra el Gak en la Champions League y lo gana. Desde entonces el Liverpool ha disputado 59 partidos más: otros 14 de la Champions, 39 de la Premiership, 6 de la League Cup y 1
de la FA Cup. Ha conseguido 29 victorias, 13 empates (incluyendo la final de la Champions contra el Milán) y 18 derrotas. Perdió la final de la Copa contra el Chelsea de Mourinho en febrero de este año. El Liverpool terminó en la quinta plaza de la Liga inglesa con 58 puntos, a 37 puntos del primer
clasificado, el Chelsea, pero supo eliminar a este equipo en las semifinales de la Copa de Europa. ¿Cuál es el método Benítez? Además de los rasgos ya mencionados, Rafa destaca en:
1. La Confianza de la dirección. Benítez plantea el trabajo de sus pupilos (recordemos a Mista) de manera integral. Junto al diseño táctico y técnico futbolístico, cuida la mejora su
forma física para evitar limitaciones a la hora de jugar (equipo rocoso) y combate su fragilidad anímica “Cuando uno falla, levanta la cabeza y vuelve a intentarlo, sin dar demasiadas vueltas a las cosas”, recuerda el propio Mista. Escuchémosle diferenciar la
calidad de la habilidad. “Para mí un buen futbolista no es sólo el que tiene calidad, sino aquél que muestra sus condiciones técnicas en un partido, adaptándose a la intensidad del juego y a la agresividad de los rivales. Si demuestras eso en esas circunstancias, sí eres
un futbolista de calidad. Si no, eres sólo un jugador de habilidad”. 2. Alto nivel de lealtad. Inculca a sus jugadores un rol, no un puesto. Su táctica más clásica es
4-2-3-1. Pero todos sus hombres tienen claro que primero son parte de un equipo. Así Mista afirma que un delantero debe tener en mente que la defensa empieza desde arriba. “Cuando ayudas en defensa, los compañeros lo agradecen. Empezar a apretar desde
arriba es un respiro para todos”. “Doy más la paliza a los defensas que ellos a mí. Me considero currante, 145% pesao”.·
3. Constancia. “Todo el Valencia somos un plomo. Nunca bajamos los brazos. Somos como un martillo, dando y dando. Sin duda ésa es nuestra clave”. Garra, coraje y orgullo son los
tres calificativos más usados en las crónicas de la final de la Champions para definir el segundo tiempo y la tanda de penaltis del Liverpool.

4. Capacidad de análisis. Estudia con dedicación todos los partidos y en todos hace su apuesta táctica aunque tenga que sacrificar a algún jugador con peso. “Sólo me preocupa analizar los puntos débiles del rival para vencerle”. 5. Conocimiento profundo del oficio. Fue primero un discreto jugador, formado en el fútbol base del Real Madrid. Ha desempeñado su oficio de entrenador desde temprana edad. Ascendió al Extremadura y al Tenerife, de ahí pasó al Valencia (dos títulos de Liga y una
Copa de la UEFA en tres temporadas), antes de convertirse en el primer entrenador español que trabaja en la primera división inglesa. Aprovecha al máximo las cualidades de los jugadores que encuentra e introduce alguna creatividad para hacer un equipo
campeón. 6. Aprende de los errores y no le cuesta rectificar. En el planteamiento inicial del partido
contra el Milán "apostó mal”, con una defensa en línea, pero supo rectificar. 7. Le gusta valorar a los demás y ser valorado. En Liverpool declara sentirse más reconocido
por los directivos que en el Valencia, pero a la vez dice: “Espero que el Liverpool esté capitalizado por sus jugadores y no por mí. Sería una buena señal que los que llamaran la atención fueran los jugadores”.
8. Desarrolla adecuadamente el potencial de las personas. Se reconoce metódico en su sistema de trabajo. Lo controla todo y lo analiza todo. No es partidario de las
extravagancias ofensivas, y le gusta un equipo rocoso (con potencia física), en el que sus hombres nunca pierdan la compostura. “Hay equipos con jugadores de mucha calidad que pueden funcionar casi solos y hay otros de no tanta calidad que tienen un buen
funcionamiento colectivo. En el fútbol, a veces, un gol es suficiente. Por ello, lo importante es trabajar y controlarlo todo, hasta los pequeños detalles. Y luego depender de la calidad
de tus jugadores”.


Rafa Benítez se conoce bien a sí mismo, aprovecha sus oportunidades de mejora trabajándolas... con éxito.
9. Trabajo en equipo. “Yo tengo la suerte de tener a un gran equipo de trabajo (Ochotorena,
Herrera, Miller y Ayestarán) y eso me garantiza que vamos a hacer las cosas bien, con seriedad. No sé si a corto plazo o a medio, pero, a largo plazo, creo que ésa es la fórmula del éxito”.
El fútbol permite mucha variedad de métodos, siempre que el equipo supere a la individualidad.
10. Los pupilos confían en su dirección. Perfil bajo, respeto y humildad son sus claves. A veces ni aparece por el entrenamiento, pero sus jugadores saben que está trabajando en el despacho, resolviendo cuestiones importantes para el equipo. Cuando se le pregunta si se
siente envidiado en España, responde que ni se lo ha planteado. Si le plantean que en Anfield se le ve como un ganador, responde que ha tenido la suerte de tener buenos
equipos de trabajo, y así poder ganar. “Cuando yo era joven, me fijaba en los técnicos que estaban ganando, y trataba de estudiarlos. Ahora, recibo en Liverpool a muchos técnicos españoles que quieren ver mi trabajo aquí, igual que yo hacía antes”.
En fin, lo primero de lo que se despojó Rafa tras levantar la Copa de Europa fue de la sombra de Mourinho (el Chelsea le había ganado la Copa y la Liga), con quien la prensa ya lo comprara. "A
semejanza de Mourinho, el entrenador español gana en dos años consecutivos la Copa de la UEFA y la Liga de Campeones". Después pensó en Ranieri y ratificó su impresión de que el Valencia necesitaba refuerzos pero no los que él trajo. También recordó como, concluido el primer tiempo
de la final entró tembloroso en el vestuario para enfrentarse primero con sus propias inseguridades por el temor al fracaso que ya conocía de perder una final de Copa de Europa (3-0 ante el Real Madrid), después recibiendo a su desinflado equipo. Esto fue lo que les dijo: “Ya hemos perdido la Champions porque el entorno os ha abrumado y habéis sido una caricatura ridícula del gran
equipo que hemos construido. No importa, vamos a jugar ahora otro partido, el nuestro, y por lo menos vamos a demostrar al mundo que está viéndonos por televisión o en el campo que somos
un equipo grande, de hombres orgullosos de su marca Liverpool, a la que debemos habernos reunido y confiado en nosotros. El fútbol inglés lleva 21 años sin este trofeo, pero hoy dejará
constancia aquí de que ha vuelto a la primera línea de las grandes competiciones. Sed vosotros mismos. No os traicionéis.” Toda una lección de liderazgo.


José Antonio Sáinz, director de eurotalent Publicado en Expansión & Empleo el 18 de junio de 2005

No hay comentarios:

Publicar un comentario