martes, 2 de marzo de 2010

PRACTICAR DEPORTE, LA HABILIDAD MÁS SANA DEL ALTO DIRECTIVO Los otros beneficios de mantenerse en forma

Cada vez que alguien propone una idea a Ángel Serrano, director general del Grupo Aguirre Newman, tiene presente que es capaz de asumir cualquier reto y cumplirlo. Y es que los 42 kilómetros que suele correr en las maratones lo corroboran. «He participado en las de Madrid, Berlín, Nueva York y espero estar pronto en la de Londres», comenta Serrano, que se calza sus deportivas a las seis de la mañana para pasarse entre una hora y hora y media haciendo ejercicio. «Llego a la oficina tranquilo —continúa— . No corro nada el resto del día por que ‘ya lo he corrido todo por la mañana temprano’». Para el director general de Aguirre Newman, la práctica del deporte no es ningún sacrificio, porque se lo toma como «una reunión conmigo mismo, para la que siempre hago un hueco en la agenda». «Es más complicado cuando tengo algún compromiso por la noche y me acuesto tarde», reconoce, pero le compensa, y mucho, porque supone para él «una limpieza física y espiritual. No es sólo el tiempo que estás entrenando, sino la asimilación del ejercicio durante las siguientes dos horas». Una sensación que le gusta contagiar a su equipo de profesionales, con los que también comparte pasión y disciplina: «Es ejemplarizante, saben que se puede hacer, saben que se pueden afrontar retos y superarlos con éxito».
Fuerza de voluntad
José María Irisarri Núñez, director general de Notro Films y presidente ejecutivo de la nueva filial de medios del Grupo Avanzit, comparte la misma afición de Serrano desde hace más de catorce años. Licenciado en Derecho y MBA por el IESE, fue socio fundador y consejero de Globomedia y del Grupo Árbol hasta enero de 2004. Una larga trayectoria en la que no ha dejado de correr ni un solo día porque le hace sentir «más cómodo, pensar, inhibirme de los problemas y relajarme. Me aporta una gran tranquilidad para afrontar el duro día de trabajo». «Hacer ejercicio en una ciudad como Madrid por la mañana temprano es un absoluto placer. Además, poder estar solo y pensar durante algo más de una hora al día es un auténtico privilegio», reconoce.

El ejercicio habitual reporta compromiso, disciplina y capacidad de asumir retos, tres rasgos fundamentales en la personalidad de un alto ejecutivo.
Pero no todo son mieles, Irisarri, que también ha sido director en Axel Urquijo y consejero de Parquesol, reconoce que correr, como todo en esta vida, «es un ejercicio de fuerza de voluntad». Una disciplina que se convierte en una auténtica «adicción a la endorfina». «Animo a todo el mundo a practicarlo. De hecho he llegado a correr maratones con amigos y también compañeros a quienes les ha encantado el desafío», insiste Irisarri Núñez.
Imagen, dentro y fuera
El secreto de la capacidad como directivo de Vicente Blanco Álvarez también es el deporte. Casi nunca falla a su hora y media de gimnasio. «Me gusta levantarme pronto —comenta— e ir tranquilamente a hacer ejercicio, aunque también suelo ir a mediodía, y después como algo ligero en media hora». Blanco Álvarez, que ha sido presidente de Sereland, consejero delegado de Cementos Asland y vicepresidente mundial del Grupo Lafarge, reconoce que su trabajo es sedentario. Por eso, la práctica del deporte le reporta «un tono físico que, de otra manera, no tendría». Pero si hay una ventaja que este doctor en Ingeniería de Minas ve en el deporte es «la disciplina y el compromiso», no en vano es capaz de combinar su tarea como director de una empresa de asesoramiento en desarrollo del talento y coach estratégico con sus clases de Gestión de Proyectos en la ETSI de Minas de la Politécnica de Madrid. «Practicar algún deporte es fundamental y dice mucho de cualquier directivo — explica— porque la compensación no es inmediata ni material. Una persona que es capaz de comprometerse así consigo mismo y con unos valores, sabes que es capaz de hacerlo con los demás. Y eso lo ven tus compañeros y clientes». «Parece que requiere un esfuerzo incalculable pero es planteárselo e incorporarlo a la agenda. Yo lo llamo afilar el hacha. Si no lo haces, terminas dando martillazos», concluye Blanco Álvarez.
Laura de Cubas, periodista Publicado en Infoempleo, el 1 de abril de 2007

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