martes, 2 de marzo de 2010

INVISIBLES

El pasado 12 de abril, emitió la segunda cadena de TVE la película “Invisibles”, producida por el actor Javier Bardem, a través de su productora Pinguin Films en colaboración con Reposado PC. Es una película documental formada por cinco historias sobre cinco crisis olvidadas, dirigidas por Isabel Coixet, Wim Wenders, Fernando León de Aranoa, Mariano Barroso y Javier Corcuera. El filme participó en la sección Panorama de la Berlinale, con gran éxito de crítica.
Coincidiendo con el vigésimo aniversario del inicio de sus actividades en España, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha querido rendir justicia a esas personas que han sido olvidadas por gobiernos, instituciones y por la ciudadanía. Quiere darles voz a través de la mirada de una realizadora y cuatro realizadores europeos. “Invisibles” es una película en la que se combina documento y ficción, en la que el talento de cineastas como Isabel Coixet y Mariano Barroso se da cita para hablar de esas epidemias mudas que son el Chagas en Bolivia con “Cartas a Nora” y la enfermedad del sueño en la República Centroafricana en “El sueño de Bianca”. Por su parte, Fernando León de Aranoa da voz a los niños convertidos en objetivo de guerra en Uganda en "Buenas Noches, Ouma", Javier Corcuera muestra las secuelas de la violencia en Colombia con "La voz de las piedras" y Wim Wenders habla de las agresiones sexuales a mujeres en la República Democrática del Congo en “Crímenes invisibles”.
Invisibles son aquellos a los que no queremos ver, pero que acaban apareciendo detrás de nuestros miedos y aprensiones, entre otras cosas porque nunca dejaron de existir. En la cinta son historias de las víctimas de cinco crisis olvidadas: dos enfermedades mudas y tres conflictos armados que no reciben la atención mediática que les corresponde. Hablamos de la enfermedad de Chagas, la enfermedad del sueño, los niños soldados de Uganda, la violencia sexual contra mujeres en el Congo y los campesinos desplazados de Colombia.
En “Cartas a Nora” de Isabel Coixet, la protagonista es una mujer boliviana, emigrada a España y que trabaja como cuidadora en una residencia para personas mayores y además como empleada doméstica para una familia con menores. Su hermana Rosa le escribe y le va dando noticias de cómo están las cosas, de la muerte de Walter, su marido, a causa de la misma enfermedad que se llevó a la hija pequeña de Nora, el mal de Chagas, también llamado de la muerte súbita, un mal parasitario que acaba siendo letal. Bolivia registra el mayor número de casos de Chagas de todo el mundo, con 1,8 millones de infectados y 3,7 millones en riesgo de contagio. El Chagas afecta a personas que viven en la pobreza o en zonas rurales, porque está producida por un parásito que anida en la paja y en el adobe de las chozas. El medicamento que curaba la enfermedad se dejó de fabricar y, en este momento, ningún laboratorio está investigando.
En el segundo documental, Win Wenders narra de forma magistral el drama de la violencia sexual en la República Democrática del Congo, de la que dice que es silenciosa e invisible. Durante las dos últimas décadas, la guerra entre las fuerzas del gobierno y los rebeldes ha devastado el norte del país, lo que ya ha provocado la huida de más de 1,6 millones de personas que ahora malviven en campos improvisados. Los que se quedan en casa corren el peligro de ser secuestrados o de caer en manos de los soldados “Mai-Mai”, la fuerza rebelde que controla gran parte de la región. Miles de mujeres y niñas han sido agredidas sexualmente en una escalada de violencia que no cesa. El cineasta cuenta, a través del recurso expresivo de hacerlas aparecer y desaparecer, el sufrimiento de mujeres que han sido violadas, repetidamente, y despojadas de su dignidad. Una de ellas dice con gran entereza que perdió a su bebe tras ser violada “en esta tierra en la que hay que traer vida al mundo”. ¡Qué paradoja!
En “Buenas noches, Ouma”, Fernando León de Aranoa nos estremece con la historia de los “Night Commuters” de Uganda, niños que caminan a diario unos 8 km. para dormir seguros y evitar ser secuestrados por los rebeldes del LRA (Lord’s Resistance Army), que los capturan para convertirlos en soldados. En uno de estos refugios nocturnos, el “Arca de Noé”, cientos de niños duermen mientras padres de familia o ex-víctimas que escaparon del horror y se han hecho mayores, hacen turnos para proteger su sueño hasta el amanecer, en que vuelven a sus aldeas hasta la noche, en que comienza de nuevo peregrinación hacia los refugios. En el centro de reinserción para niños soldados de Lagoli, algunos muchachos cuentan mirando a la cámara cómo fueron obligados a matar a sus propios hermanos para demostrar su valor y las pesadillas que tienen por la noche. Más de 10.000 niños han sido secuestrados para la guerra en Uganda, decenas de miles de sueños rotos…
Con “el sueño de Bianca” Mariano Barroso nos presenta los estragos que la “enfermedad del sueño” sigue haciendo en la República Centroafricana, en la que 100 personas mueren a diario a causa de esta enfermedad. La única medicina que cura este mal, la eflornitina, se dejó de fabricar hace unos años, hasta que se descubrió que era muy eficaz como producto depilatorio y se ha vuelto a producir de forma masiva, pero no como remedio para el problema humano del país africano.
Por último, Javier Corcuera, en “La voz de las piedras”, nos narra el problema de los campesinos desplazados en Colombia. La violencia es el problema de salud pública más importante y la primera causa de muerte en el país. Durante décadas, las fuerzas del gobierno, los grupos paramilitares y las guerrillas armadas han luchado entre sí, teniendo como telón de fondo el narcotráfico y la lucha por el control de los recursos naturales, y aterrorizando a los civiles de zonas rurales y urbanas. No es de extrañar que tres millones de personas hayan huido de sus hogares para concentrarse en barrios marginales a las afueras de las grandes ciudades, en busca de seguridad y la protección que da el anonimato entre las masas. Se estima que Colombia ocupa el tercer lugar en el ranking de países con mayor número de desplazados del mundo, después de Sudán y la República Democrática del Congo. Hay grupos de personas que están volviendo a sus tierras, con el riesgo que conlleva, como es el caso de las protagonistas del documental, una de las cuáles participó en el debate posterior que tuvo lugar después de la emisión de la película.
En los cinco escenarios elegidos para el documental y en otros muchos más, MSF presta atención básica de salud a los civiles vulnerables y desplazados, trabaja para paliar el sufrimiento de sus gentes y aboga por la mejora de los servicios y la asistencia médica para los y las invisibles.
Como decía Rosa, la hermana de Nora en la cinta de Isabel Coixet: “somos invisibles no porque no nos vean sino porque no nos quieren ver”. Cambiemos nuestra visión modificando nuestra actitud ética, la de la sociedad civil, la de los y las representantes políticos y la de las empresas.
María Jesús Klett, gerente de Eurotalent

300, UN EQUIPO DE VERDAD
Imagine una gran compañía en la que el líder y sus colaboradores se identifican y se comprometen con los valores de la misma (coraje, disciplina, honor, camaradería), una organización en la que todos sus profesionales son rigurosamente seleccionados, entrenados y desarrollados desde su incorporación a la misma. Dicha compañía está siendo amenazada por agentes externos que intentan arrebatarle su propiedad e imponerle unos valores contrarios a sus principios. Para defenderse de estas amenazas, el líder de la organización selecciona a su mejor equipo de profesionales y les encomienda llevar a cabo la difícil misión de asegurar la supervivencia de su compañía. Todos muestran un gran compromiso y lealtad. Y no dudan en exponerse a los riesgos de esta misión, confiando en todo momento en su líder y en el resto del equipo. No disponen de los mejores recursos y no están en igualdad de condiciones pero funcionan como un auténtico equipo: EL MEJOR. Y fue en esta compañía llamada Esparta y en el marco de la batalla de las Termópilas dónde los mejores hombres usaron su mejor arma: el trabajo en equipo. Érase una vez Esparta (S.V.a.C.), la ciudad era gobernada por el Rey Leónidas, al que toda su población rendía la más profunda admiración. Pueblo de guerreros libres, los espartanos no buscaban solo su gloria personal (ideal homérico) sino la colectiva, la victoria de la ciudad. En el año 480 a.C., el pueblo espartano es amenazado por el ejército del emperador persa Jerjes, que tras la muerte de su padre Darío I, se propone conquistar Grecia y Esparta, movilizando a un ejército que oscilaba entre los 250.000 y el millón de soldados. Con el fin de frenar la invasión y preservar su libertad, Leónidas eligió a sus 300 mejores hombres (su guardia personal) para que le acompañarán en el fragor de la batalla. Los 300 hoplitas espartanos fueron fieles a su líder y aún sabiendo de su inferioridad numérica mantuvieron intacto su ánimo durante toda la batalla. Orgullosos de enfrentarse con un rival que estuviera a su altura. Nunca decayeron y no hubo momentos de duda o temor porque estaban entrenados para ello. Su valor y sacrificio inspiró a toda Grecia a unirse contra el enemigo persa. El historiador Heródoto expresó el respeto unánime hacia los espartanos al decir que en el combate singular resultan tan buenos como cualquiera pero juntos son los mejores del mundo.

Imagen de la película 300, basada en el comic de Frank Miller e inspirada en la batalla de las Termópilas. Y de esta compañía Esparta, podemos extraer algunas claves que les hace ser un EQUIPO DE VERDAD:
V.- Visión compartida. Tienen la misma misión, visión y valores, no hay fisuras, ni diferente formas de ver las cosas, sin egos individuales que se superpongan al equipo. Sirva como anécdota la historia del espartano que, en lugar de sentirse humillado por no haber sido elegido entre los 300, como él pretendía, regresó de la elección muy contento de que hubiese en la ciudad 300 mejores que él.
E.- Enfoque y toma de decisiones. Los Espartanos en todo momento respetan la decisión de su líder, un líder que lucha con sus hombres en primera fila, tomando la iniciativa y “que practica lo que predica”. Nadie cuestiona sus decisiones.
R.- Roles complementarios. Sus roles están perfectamente asignados, su posición es clave para la formación de este todo llamado “falange griega”, formación básica de combate de la Antigua Grecia. La idea de la falange en sí no era sólo militar, sino que suponía una expresión de comunidad entre iguales. Cada hombre defendía con su escudo su parte izquierda y la derecha de su compañero, aquel que quisiera destacar en combate saliendo de la fila, ponía en peligro su vida al no tener compañeros que protegieran sus costados y, al mismo tiempo, ponía en peligro a la falange al dejar un hueco por el que puede ser rota la línea.
D.- Diversidad del equipo. Su diversidad visible, tangible e intangible (diferentes formas de pensar y actuar) confiere riqueza al equipo de Leónidas. Los 300 hoplitas que constituían la guardia real de Leonidas estaban formados por un centenar de hombres de cada una de las tres tribus en las que estaban divididos los espartanos. Los ciudadanos de Esparta que constituían este cuerpo debían tener al menos un descendiente masculino a fin de que, en el caso de fallecer en combate, no se extinguiera su familia.
A.- Aprendizaje continuo. Los espartanos eran entrenados para formarse como grandes guerreros y se enfrentaban continuamente a batallas, esto les permitía seguir desarrollándose como guerreros hasta alcanzar la gloria. Nacían y vivían en este aprendizaje. El pueblo espartano sufría una gran selección al nacer, sus hombres eran examinados exhaustivamente, y aquellos que no poseían características físicas de guerreros eran arrojados al monte Taigero. Los varones supervivientes eran entrenados duramente desde su infancia, siendo sometidos a distintas pruebas con el propósito de endurecerlos.
D.- Dinamismo del entorno. Cada batalla es diferente y el líder lo sabe, por ello debe pensar en su mejor estrategia. En esta batalla, una vez estudiado el entorno, se decide llevar a cabo el mejor ataque contra los persas: una buena defensa. Leónidas, visualizó y planificó la batalla, eligiendo un lugar estratégico por sus características geográficas: El estrecho de las Termópilas o “puertas calientes”, un angosto desfiladero de unos 12 m de anchura (actualmente de más de un kilómetro debido a la erosión) donde los griegos podrían defenderse del ataque masivo del numeroso ejército Persa. La actitud de Leónidas y sus hombres en la batalla de las Termópilas es un buen ejemplo de lo que un equipo cohesionado puede llegar a conseguir (especialmente en situaciones adversas). Su éxito fue su mayor fuerza: EL TRABAJO EN EQUIPO. Nuria Sáez y Diana Alonso, gerente y consultora de Eurotalent

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