martes, 2 de marzo de 2010

LIDERAZGO SÍ, PERO A TODOS LOS NIVELES

Decir que en la empresa es necesario el liderazgo resulta una obviedad. Decir que el liderazgo en la empresa es necesario en todos los niveles de la misma, no sé si es una obviedad, pero, al menos en la práctica, no lo parece. Generalmente en la empresa, cuando hablamos de liderazgo, siempre miramos hacia arriba, es decir, ponemos el foco en la alta dirección, como si el liderazgo fuera algo exclusivo de la misma y con ello fuera suficiente para cubrir las cuotas de liderazgo que se precisan. Efectivamente el liderazgo, en los primeros niveles de la empresa, es condición necesaria para el éxito de la misma, pero no es suficiente para que la empresa funcione de una manera óptima. Para ello se requiere liderazgo, al menos, en tres niveles. El primero es en la cumbre de la organización, es decir, al nivel del equipo de la alta dirección o lo que podemos llamar el Comité de Dirección. El segundo es al nivel del resto de los directivos de la empresa y el tercero es al nivel de los mandos intermedios que son el elemento de unión entre el equipo directivo y el resto de personas de la empresa y que por ello, las más de las veces, juegan un papel muy difícil, pero siempre decisivo para conseguir que las cosas se hagan en la empresa y con ello se obtengan los resultados necesarios. Yo siempre suelo, en mis charlas, representar a la organización como un sistema de tres engranajes, el primero con el eje de alta velocidad representa al equipo directivo, el segundo con el eje de velocidad media representa a los mandos intermedios y finalmente el tercero con el eje de pequeña velocidad en el que se aplica toda la potencia representa el resto de las personas de la organización. Los tres engranajes son importantes, pero el intermedio, léase los mandos intermedios, es clave porque es el que une a los otros dos y por tanto es el más delicado de ajustar, cuando en el sistema de engranajes se produce un desajuste. Si lo movemos hacia el primer engranaje (equipo directivo) para que engrane bien con este puede engranar mal con el último (resto del personal) y si lo desplazamos hacia este último puede engranar mal con el primero y no transmitir bien toda la potencia. Por tanto, después de este símil mecánico, en la empresa es necesario asegurar que disponemos del liderazgo suficiente a todos los niveles. Ahora bien el liderazgo que se necesita en los tres niveles no tiene las mismas características. Son liderazgos complementarios, pero diferentes en cuanto a sus componentes. El liderazgo en la cumbre de la pirámide organizativa debe de ser, sobre todo, un liderazgo con un fuerte componente estratégico. El liderazgo en el nivel intermedio debe tener una mezcla de características estratégicas y tácticas, y finalmente el liderazgo en la base de la pirámide, léase mandos intermedios, debe de ser un liderazgo táctico. Normalmente ponemos mucho esfuerzo en desarrollar liderazgo en los primeros niveles de la organización en detrimento, u olvido, de los niveles de base que, también, son imprescindibles para que la empresa funcione correctamente y después nos quejamos de que nuestros mandos intermedios no estén a la altura de las circunstancias. Y esto, lamentablemente, ocurre no sólo en nuestras empresas, sino también en países como Suecia, donde en muchas empresas se conoce a los mandos intermedios con “la capa aislante”, porque aíslan a la dirección del resto de la empresa, o en U.S.A. donde se les conoce como “la capa absorbente” porque absorben pero no transmiten la energía necesaria. Tal vez sería bueno replantearse, en algunas empresas, los procesos de desarrollo de liderazgo y conseguir, de una manera más eficaz, desarrollar el liderazgo necesario en todos los mandos intermedios, estoy convencido de que ellos lo agradecerían y el funcionamiento de la empresa también. Pero de eso, prometo escribir otro día. Vicente Blanco, director de Eurotalent

No hay comentarios:

Publicar un comentario