martes, 2 de marzo de 2010

LIDERAZGO EN TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE

La bolsa ha caído en España un 20% desde primeros de año, miles de personas están perdiendo sus casas en Estados Unidos y algunos comentaristas dicen que lo mismo sucederá en Europa. La inflación ha repuntado por encima de lo esperado, activistas del medio ambiente aseguran que el nivel de mar se elevará metros causando catástrofes en cientos de ciudades en todo el mundo… Y aquí, en España, estamos a seis semanas de las elecciones. En pocos meses la visión de muchas personas ha pasado de ser optimista a pesimista y, por lo tanto, la práctica del liderazgo en cualquier organización se complica aún más. En este contexto, la pregunta es ¿en tiempos de incertidumbre debería cambiar la naturaleza de la práctica de liderazgo? La respuesta: sí y no. No, porque los fundamentos de liderazgo de crear una visión, alinear el trabajo de los empleados con la estrategia de la organización y mantener la motivación siguen siendo válidos. Y sí, porque tendrá que prestar especial atención a ciertos aspectos. Al estar a sólo cinco semanas de las elecciones, todo está politizado. Si se escucha una emisora simpatizante del PP, lo sucedido en estos días en los mercados internacionales nos devuelve a 1929 y estamos ante el principio de la segunda gran depresión. Pero si se sigue a una emisora próxima al PSOE, aquí no pasa nada y España está en una situación óptima para afrontar cualquier situación. ¿Es responsable esta práctica de la política? Cada uno tendrá su respuesta. El liderazgo en tiempos de incertidumbre requiere rigor y responsabilidad a la hora de analizar la situación que ha de afrontar una organización. Precisamente la incertidumbre es hija del miedo generado en diagnósticos en exceso irracionales y emocionales. Todo líder ha de mantener la calma y liderar con estrategias sustentadas en hechos, lo que implica cuestionar interpretaciones que no estén apoyadas en datos. La compostura también cobra una importancia especial. En una situación de pánico, la persona que mantiene la calma crea estabilidad. Internamente, quien ejerce el liderazgo puede sentir los mismos miedos, pero su habilidad de mantener la compostura ayuda al grupo que lidera a enfrentarse a dichos miedos, lo cual es clave para gestionar mejor la situación. Esto es siempre importante, pero en tiempos de incertidumbre resulta esencial. La claridad en la comunicación de las acciones que se deben tomar también ejerce un impacto tranquilizador. Cuando el ser humano está desorientado por la incertidumbre no conviene marcar grandes estrategias a largo plazo; lo eficaz es transmitir claramente lo que se va a hacer a corto plazo. Habrá personas que sigan preocupadas con el futuro, pero al menos tendrán ideas claras sobre lo que hay que hacer “hoy y mañana”, lo que tranquiliza y ayuda a aplicar el análisis de la situación objetiva y racional de la que ya hemos hablado. La confianza es el último aspecto del liderazgo que siempre es importante pero que en tiempos de incertidumbre cobra aún más valor. Durante los dos primeros años de la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra y su cansado imperio se quedaron solos ante el abrumador poder de la Alemania nazi. Winston Churchill, con su tenacidad, constancia y hábil comunicación, fue quien trasmitió confianza, hecho clave que dio a los ingleses la fuerza y la esperanza para seguir luchando. Una persona que ejerce el liderazgo cuando las cosas no parecen ser tan claras ha de conocer todas las acciones que generan confianza, así como las que la minan. Ser digno de confianza es la mejor manera de generarla. Y en tiempos de incertidumbre es vital. No sé si vamos a entrar en recesión o no, tampoco si nuestro planeta está al borde del desastre. Todo está tan politizado que es difícil saber la verdad, pero sé que si mi equipo percibe incertidumbre, tendré que prestar más atención a los aspectos de liderazgo claves en este momento histórico.
Douglas McEncroe,
Director de Douglas McEncroe y Asociados S.L.

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