lunes, 1 de marzo de 2010

EL “OPTIMISMO” DE JAMES BOND

¿Podemos imaginar a un agente 007 diciendo antes de comenzar sus tareas, que no lo va a conseguir o que no tiene suerte por lo cual es mejor no intentarlo o abandonar? No, James Bond nunca abandona, siempre persiste y persiste hasta lograr su objetivo. Su optimismo es lo más característico, por no decir uno de los elementos comunes de todos los actores que le han dado vida (el genuino Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig) y de toda la serie de películas (Casino Royale es la número 21) basadas en las novelas y cuentos de Ian Fleming. Para los que hayáis visto la película de Casino Royal, y digáis que nos encontramos con un James Bond diferente, unos dicen que se trata de un Bond más humano otros que no actúa como el resto, podemos decir que todos los Bond cumplen su misión fundamentalmente gracias a su optimismo. ¿Cómo actúan “los optimistas”? Las personas “optimistas” consideran que los contratiempos se deben más a circunstancias controlables que a sus fallos personales. Son personas que insisten en conseguir sus objetivos a pesar de los obstáculos o contratiempos que se presenten. Y que operan más desde la perspectiva del éxito que desde el miedo al fracaso.
Esta claro que James Bond es un agente secreto que nunca muere (entre otras cosas porque terminaría la tan rentable saga) y que consigue un porcentaje de éxito del 100%, algo que no siempre ocurre en las organizaciones. Pero vamos a quedarnos con lo más importante “su actitud ganadora”, nunca le pasa por la cabeza el fracaso porque siempre cree en el mismo y nunca teme fracasar. Lo podemos ver sobre todo en la escena de la partida de poker en Casino Royal en donde su miedo al fracaso no le nubla su objetivo y es una vez más, claro ejemplo de su entereza y constancia en la persecución del objetivo. La competencia del optimismo debería ser una competencia mucho más valorada en las compañías. Entendiendo por optimista no al alegre o de buen rollo, con ganas de divertirse y pasárselo bien que es capaz de abandonar su misión cuando ésta no resulta lo suficientemente excitante, sino aquella persona que insiste e insiste superando problemas que no siempre resultan fascinantes. Algunos por esto de la insistencia a esta competencia la llaman tenacidad, pero no olvidemos un detalle, la tenacidad porque sí no lleva a ningún sitio. La tenacidad tiene que tener una orientación al logro, tiene que ser la fuerza interior que tire y tire de nosotros para combatir los obstáculos o piedras que surjan en el camino hacia el éxito. No esperamos tener en las organizaciones “imitadores” de James Bond, pero seguro que a más de uno nos gustaría contar con esa “mentalidad ganadora”, ese optimismo que es capaz de sacarnos adelante en las situaciones más adversas. Todos sabemos que el entorno es cambiante, no siempre puede soplar el viento a nuestro favor y muchas veces tendremos que nadar contra corriente. Por ello deberíamos preocuparnos más por estar rodeados y contar con equipos que tengan a más de un “James Bond con licencia para ganar”.

Nuria Sáez,, gerente de Eurotalent

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