lunes, 1 de marzo de 2010

LA SABIDURÍA EN LOS CUENTOS El liderazgo del Grial

La mitología del Rey Arturo, la Tabla Redonda y la Búsqueda del Grial es de sobra conocida por todos. Las versiones que conocemos por haber sido llevadas al cine se centran en los aspectos de
acción y romance, dejando al margen generalmente el aspecto de búsqueda y crecimiento que implica el Grial, que es mencionado siempre tangencialmente.

En esta edición presentamos una versión libre de la primera búsqueda del Grial según la Vulgata (s.XIV), la recopilación más amplia de historias sobre la Tabla Redonda.

“Y dijo Arturo: - Enviaré a buscar el Grial a mis mejores caballeros. Sir Lanzarote, mi hermano en la batalla, Sir
Galván, el caballero de la justicia y a Sir Boros, el primo de Lanzarote.

Sir Lanzarote era entregado en cuerpo y alma a servir a los más débiles, siempre preocupado por las necesidades de los demás, defensor de las más nobles causas, siempre dispuesto, no cejaba en su empeño de ser considerado por los demás el caballero perfecto, servicial, cordial y
abnegado. Con una visión clara de la necesidad de ayudar a los más desfavorecidos, era el adalid de la humanidad. Pero era también orgulloso, preciado de sí mismo y su valía, que quería verla constantemente reconocida por otros.

Sir Galván era el caballero de la justicia. Cuando se convirtió en adulto se endureció para no sufrir heridas, se recubrió entonces de su armadura para aguantar las fatigas y las presiones. Aprendió a ser temido por sus enemigos que no osaban desafiar su ira. Era autosuficiente y capaz de
enfrentarse él sólo a todas las dificultades. Defensor de la verdad (al menos, lo que él entendía que era la verdad), que es de donde emana la justicia. La verdad y la justicia no admiten medias tintas. Dominaba sus emociones y sentimientos para que no se interpusieran con su honor y su
deber (casi todos, tenía un pequeño problemilla con su lujuria, pero por lo demás...).

Sir Boros, primo de Lanzarote, era un recién llegado a la corte. Había pasado tiempo en Occitania preparándose para suceder a su padre cuando el rey Claudas lo apresó junto con su hermano Lionel y tuvo que tomar las armas para defender su herencia. Era constante, organizado, austero,
entusiasta, preocupado de obtener los resultados pero no a cualquier precio. Era un hombre transparente, que se había habituado a reírse de sí mismo al descubrir las máscaras que intentaba usar, por debajo de sus sentimientos, para manipular las situaciones. “Pobre diablo,” se decía, y
retractaba de su manipulación. Capaz de afrontar con humor el fracaso y de aprender de cada lección, Sir Boros no era un caballero que hubiese llamado especialmente la atención en la Tabla Redonda, pues era humano en su humildad.

Junto con ellos fueron partiendo muchos otros caballeros en distintas direcciones. Buscaron por bosques encantados, ríos turbulentos, desérticos páramos, pero no encontraron el Santo Grial. Al final, el Grial se le apareció a Sir Boros, rodeado de luz en un árbol del camino.

Cuando Sir Boros contó lo acontecido, el resto de los caballeros, incrédulos porque ellos no lo habían podido ver, se mostraron desconcertados.
- ¿Pues cómo es así que tú si has tenido ojos para el Grial y nosotros no hemos visto nada? – preguntó Sir Galván, enfurecido por la injusticia que sentía se cometía con él. A Sir Lanzarote
también le hubiese gustado preguntar, pero estaba demasiado herido en su orgullo como para decir nada.
Entonces, una sombra, como el espíritu de Merlín, le habló a cada uno de los grandes caballeros como en sueños:

Merlín le dice a Galván: 1- Deja que el niño que todos llevamos dentro se manifieste y pueda expresarse. 2- Aprende a ser querido y no temido por los demás.
3- Expresa el aspecto tierno y vulnerable de tu propia naturaleza. 4- Sé más atento y sensible a los sentimientos propios y a los ajenos, sin tratar de negarlos o esconderlos.
5- Convéncete de que nadie es autosuficiente y de que una sana dependencia de los demás es señal de humanidad y madurez. 6- Reconoce que cada cual tiene su parte de verdad que ofrecer y no pretendas imponer la
propia. 7- Aprende a adaptarte a las personas y a las situaciones sin pretender ejercer el control sobre las cosas.
8- Sé paciente con el prójimo, reprimiendo el impulso a formular juicios apresurados y sumarios sobre las personas.
9- Si “pre-juzgas” cómo deben ser las personas o las situaciones, seguirás sintiéndote insatisfecho ante la realidad. 10- Párate antes de decir un NO, quizá descubras que puedes decir un SÍ.



Merlín le diría a Sir Lanzarote:
1- Toma conciencia de la existencia de tu cuerpo; no dejes nunca de escuchar lo que quiere. Descansa, disfruta.
2- Recuerda que no te queremos por todo lo que nos ayudas sino por ser realmente quien eres. 3- Ser solidario, generoso, entregado, está bien, pero lo maravilloso es ser tu mismo. 4- Siente y vive lo tuyo con gran intensidad pues ya has pasado mucho tiempo sin existir y sin vivir
tu propia vida. 5- Recuerda que para dar te tienes que poseer a ti mismo, conocerte y quererte. 6- Incluye la palabra NO en tu vocabulario.
7- Recuerda que en las relaciones no sólo hay un tú, sino también un yo (mírate a ti mismo y al otro). 8- Examina si realmente las personas necesitan tantas cosas como tú piensas y no vivas tan
pendiente del otro, pues puedes perder tu identidad. 9- Piensa que quien no se permite sentir puede estar impidiéndose sentir amor. 10- Permítete vivir, permítete sentir. ¡Quiérete a ti mismo!

Y Sir Boros le preguntó a la sombra: - ¿Por qué yo sí he visto el Grial?
- Porque aprendiste a crecer dentro de ti. Te escuchaste, te comprendiste, buscaste ayuda cuando no te entendías y ganaste en humildad, humanidad y sentido del humor. Porque
aprendiste a ser feliz.

Más decididos aún, todos los caballeros partieron con renovadas energías a la búsqueda del Grial...

Y dijo Arturo: “Enviaré a buscar el Grial a mis mejores caballeros”.
Alberto García Casillas, gerente de eurotalent

No hay comentarios:

Publicar un comentario