martes, 2 de marzo de 2010

EL LIDERAZGO DE NELSON MANDELA

La semana del 10 de septiembre tuve el privilegio de participar en el VI Congreso Mundial de Inteligencia Emocional, celebrado en Johannesburgo. Sudáfrica, tras trece años de democracia, es un país feliz (según los expertos, su felicidad es mayor que la de los Estados Unidos), a pesar de sufrir una tasa de paro del 26%, un alto nivel de criminalidad (20.000 asesinatos al año, de tal modo que un 9% de los fallecimientos corresponden a causas no naturales) y 5’6 millones de enfermos de SIDA sobre 48 millones, (más del 30% de las embarazadas son portadoras del VIH). Sin embargo, posee la mejor economía de África, es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y cuenta con una enorme diversidad y una gran riqueza de recursos naturales. El próximo mundial de fútbol de 2010 será la gran demostración de que Sudáfrica, el país del arco iris, es la tierra de la esperanza. Y el gran artífice de todo ello es Nelson Rolihlahla Mandela. ¿Cuáles son las claves del Liderazgo de Mandela? Según André Vermeulen, Consejero Delegado de Neuro-Link, muestra ocho características que le hacen especial:
• Centrado en un propósito
• Alto concepto de sí mismo
• Optimismo
• Serenidad
• Auto-eficacia
• Asunción de riesgos
• Adaptabilidad
• Resiliencia (resistencia a la adversidad) ¿Cómo puntuaríamos a nuestros jefes en estas ocho competencias? ¿Cómo nos puntuarían a nosotros? Estas cualidades podrían resumirse en dos: A) perseguir una meta trascendente. Su discurso al ser liberado (11 de febrero de 1990), tras 27 años en Robben Island, concluye: “He anhelado el ideal de una sociedad democrática y libre en la que todas las personas vivan en armonía con idénticas posibilidades. Es un ideal por el que espero vivir y que espero alcanzar. Pero, si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir”. B) mostrar un exquisito respeto hacia los demás. En sus memorias, Frederick de Klerk (que obtuvo el Nóbel de la Paz en 1993 junto a Mandela), dice de él: “Posee un talento excepcional para hacer que todos aquellos con los que mantiene trato se sientan seres excepcionales”. Mandela aprendió en la cárcel a canalizar la ira, el odio, la vergüenza hacia la valentía y la pasión. Lecciones de vida aplicables a todos nosotros. Ojalá contemos con retos apasionantes, a los que dedicar nuestras mejores energías, y seamos conscientes en todo momento que quienes nos rodean merecen nuestro interés, nuestra cercanía, nuestra dedicación; que debemos escuchar con atención, responder con honestidad, ser congruentes en nuestro comportamiento hacia ellos. Y, como ha dicho el propio Mandela, “convirtamos cada casa, cada estructura, cada organización en un centro de aprendizaje”.
“Hay pocas adversidades en este mundo que uno no pueda convertir en un triunfo personal si cuenta con una voluntad de hierro y las habilidades necesarias”. En palabras de Madiba (como le llaman cariñosamente a Mandela), “estuve 27 años en la cárcel, pero mi mente nunca estuvo en la cárcel”. Mandela eligió voluntariamente no ser una víctima de las circunstancias, sino conducir a los suyos a la victoria moral. “Hay pocas adversidades en este mundo que uno no pueda convertir en un triunfo personal si cuenta con una voluntad de hierro y las habilidades necesarias”. El pasado 29 de agosto, Mandela inauguró una estatua frente al parlamento británico con estas palabras: “Aunque esta estatua es para un hombre, debe en realidad simbolizar a todos aquellos que han luchado contra la opresión, especialmente en mi país". Gordon Brown, le definió como “el más grande y el más valiente de los dirigentes de nuestra generación”. La figura en bronce acompaña a las de Churchill, Lincoln y Disraeli. Mandela espera estar de nuevo en Londres en 2008, en el concierto por su 90º cumpleaños que servirá para recaudar fondos contra el sida. Para Jack Lang, “Mandela ha devuelto su auténtica nobleza a la política”. También ha devuelto la nobleza al Liderazgo, a un Liderazgo de principios y de servicio.
Juan Carlos Cubeiro, director de Eurotalent Publicado en Infoempleo, el 16 de septiembre de 2007

No hay comentarios:

Publicar un comentario