martes, 2 de marzo de 2010

EL BUEN HACER DEL COMITÉ DE DIRECCIÓN

El comité de Dirección de una empresa es un órgano colegiado para la dirección de la misma que tiene un impacto decisivo en sus resultados. Hoy en día es absolutamente impensable que una sola persona, por muy capaz que sea, pueda dirigir con éxito una empresa en solitario, debido a la complejidad, tanto externa como interna, en la que se desenvuelven nuestras organizaciones. Por ello es práctica común, en la mayoría de las mismas, el disponer formalmente de un Comité de Dirección, aunque esto no es garantía de nada si su funcionamiento no es el adecuado. Pero, ¿Dónde está la diferencia entre un Comité de Dirección que funciona eficazmente y uno que no funciona y que, en consecuencia, no sólo no impacta positivamente en los resultados sino, lo que es peor, produce disfuncionamientos en la empresa? En primer lugar, la diferencia reside en la concepción que cada uno de los miembros que componen el Comité, generalmente todos los directores funcionales y operativos presididos por el primer ejecutivo de la empresa, tienen del mismo. Es muy importante tener en cuenta que el Comité de Dirección es un órgano para dirigir la empresa y por ello los componentes del mismo, cuando interactúan en el Comité, tienen que ser conscientes de que están a un nivel superior a cuando están dirigiendo su departamento. Están, sencillamente, dirigiendo la empresa y ello requiere una visión bastante distinta de las cosas, actuando en favor del equipo y las responsabilidades comunes. En un verdadero Comité de Dirección, los problemas no son, de tal o cual departamento, sino de toda la empresa y ello para sus componentes, además de actuar con la generosidad necesaria, supone el tener una visión común y unos objetivos comunes que no pueden ser otros que los objetivos de la empresa, por encima de los objetivos de cada departamento. En segundo lugar la diferencia también reside en si el Comité de Dirección es un equipo verdadero o es solamente un grupo de directores que se reúne periódicamente. El funcionamiento del Comité de Dirección como un equipo de Alto Rendimiento supone cuidar los aspectos “soft” del mismo y los aspectos “hard” de su funcionamiento, frecuentemente relegados a un segundo plano.
o En los aspectos “soft” se incluyen: el tener una visión común de la empresa y una misión común como equipo, el desarrollo de la confianza entre los distintos miembros, su compromiso con el equipo, la gestión de la diversidad del equipo y el desarrollo del liderazgo individual y colectivo. En todo esto debe implicarse con intensidad el primer ejecutivo de la empresa y para ello puede ser de gran utilidad un proceso de Coaching de Equipo seguido de Coaching Individual de cada uno de los miembros. En el funcionamiento de un Comité de Dirección, como en cualquier equipo, influyen poderosamente los aspectos emocionales que hay que gestionar cuidadosamente para evitar que el Comité de Dirección a través de filias y fobias, favoritismos, camaraderías o politiqueos se convierta en un Comité de Directores en el que prevalecen los intereses personales o de departamento frente a los intereses de la empresa que son los que importan. o Los aspectos “hard”, como he dicho, frecuentemente olvidados, son, básicamente, la organización del funcionamiento del Comité, a saber: adecuada y óptima gestión de las reuniones, procesos claros de toma de decisiones... Esta organización del funcionamiento contribuye de una manera importante a la eficacia del Comité y sobre todo a que las reuniones del mismo no sean estériles y, en consecuencia, una pérdida de tiempo a evitar por parte de los miembros del mismo. Por ultimo la tercera diferencia reside en lo que son las misiones más importantes de un verdadero Comité de Dirección. Teniendo en cuenta que tiene que dirigir la empresa sus siete misiones más importantes son:
• En primer lugar, DIRIGIR la empresa para que obtenga los mejores resultados. Ello supone tener una visión, una misión, unos valores y una estrategia e implantar la misma con eficacia.
• En segundo lugar, ASEGURAR LA SOSTENIBILIDAD de estos resultados y PROTEGER los activos materiales e inmateriales para garantizar el buen futuro de la empresa.
• En tercer lugar, EJERCER EL LIDERAZGO al primer nivel y asegurar que existe liderazgo en todos los niveles de la organización.
• En cuarto lugar, RESPETAR las demandas de los clientes, los empleados, la sociedad y los accionistas, a veces contrapuestos, pero ahí reside uno de los grandes retos de dirigir una empresa.
• En quinto lugar, REFLEXIONAR sobre la evolución de la organización para que sea excelente.
• En sexto lugar, SELECCIONAR y RETENER al mejor talento necesario para la empresa.
• Por último, ASEGURAR SU PROPIO FUNCIONAMIENTO para conseguir todo lo anterior y para que todos sus miembros interactúen al máximo dando lo mejor de si mismos. El buen hacer del Comité de Dirección es complejo, pero no difícil y requiere esfuerzo, pero es asequible. Se necesitan decisión, liderazgo, método y sobre todo ponerse a ello. Cuando se consigue el efecto que tiene para la empresa es multiplicador y decisivo. Vicente Blanco, director de Eurotalent

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