miércoles, 3 de marzo de 2010

¿CÓMO QUIEREN TRABAJAR LOS JÓVENES TALENTOS?

Cualquiera que este ejerciendo la Dirección de Empresas o dirección de equipos durante más de quince años estará de acuerdo conmigo en que el management ha sufrido una gran transformación en los últimos años. Globalización, entornos competitivos extremos y velocidad de cambio son, entre otros, aspectos que están marcando las nuevas reglas del juego y, por lo tanto, están referenciando la nueva dirección de empresas. Pero, aunque no le resta complejidad, creo que a finales de los 90 se podía adivinar este desenlace. Es decir, se advertía como la incorporación de China al comercio internacional, la nueva realidad sociopolítica de Europa del Este ó el desarrollo de las nuevas tecnologías iban a desencadenar un nuevo orden económico y competitivo que harían tambalear las viejas normas y exigirían a los directivos nuevas competencias en el desempeño de sus funciones. Es decir, lo que hoy estamos viviendo, aunque sea complejo, sabíamos que lo íbamos a vivir. Pero, además, estamos conviviendo con una variable nueva que nos ha desconcertado, que no era tan previsible y que afecta a la capacidad de dirección de equipos y personas del directivo: La actitud y motivación de los jóvenes nuevos talentos que se incorporan a la empresa.
Y es que los valores de las personas jóvenes de la sociedad están cambiando y esto no lo teníamos tan previsto.
La pregunta que, a menudo, me planteo es la siguiente : ¿qué motiva , hoy, a una persona joven y valiosa que empieza a trabajar?. Tal vez, haya participado recientemente, como empleador, en un proceso de selección y, después de explicar al candidato las ventajas del puesto a cubrir con futuras promociones internas y grandes posibilidades salariales, éste le ha preguntado: “Bien, pero ¿se trabaja los viernes por la tarde?”; ¡ojalá! tras superar el primer lapsus y comprobar que no se trata de un expediente traspapelado del departamento de Recursos Humanos, su experimentada intuición le haga ver que no se trata de una reclamación aislada, propia de un holgazán, sino que es el planteamiento sincero de alguien con talento que responde al perfil del puesto que quiere cubrir. Y es que los valores de las personas jóvenes de la sociedad están cambiando y esto no lo teníamos tan previsto. Contestando a la cuestión sobre la motivación del joven talento, pienso que se podrían resumir en diez los aspectos que hoy hacen apreciar un puesto de trabajo: 1.- El joven talento quiere ser valorado por su capacidad y resultados. 2.- Exige una vida equilibrada entre trabajo, familia y vida personal. 3.- Desea crecer y progresar como profesional siendo la superación parte del trabajo. 4.- El cambio de empresa no lo entiende como deslealtad y considera que la lealtad es hacia uno mismo y sus equipos. 5.- Pide confianza, ejemplo y consistencia a la dirección. 6.- No le importa la cantidad de trabajo pero si que se trabaje bien y que se disfrute. 7.- Valora el buen ambiente en el trabajo. No huye de las adversidades, sí de los malos ambientes y de los estilos de dirección abusivos. 8.- Es innovador, que va mucho más allá de tener iniciativas, aunque sólo actuará si piensa que la empresa lo merece. 9- Su móvil no es la obediencia. A medio plazo sólo actuará si cree en lo que hace y le gusta. Es decir, si tiene ilusión. 10.- Y por último, cuando tenemos en la empresa a personas jóvenes con mucho talento es inevitable que, como mínimo, se planteen si lo que están haciendo lo pueden hacer para sí mismos, en vez de para otros. La generación de nuestros padres, fiel y leal a la misma empresa durante toda la vida, trabajadora siete días a la semana, dio paso a nuestra generación, dispuestos a tener un primer trabajo sin cobrar, tan sólo, a cambio de mejorar el currículum. Y, hoy, sin embargo, nos vemos superados por una nueva generación de talentos que valoran, ante todo, la calidad de vida y trabajar a gusto. Y es que, efectivamente, hemos cambiado de generación y no nos habíamos dado cuenta. Tenemos delante una nueva generación, tal vez, la más preparada de la historia, que desea trabajar, pero, con exigencias y motivaciones muy diferentes a las nuestras y, ello, nos obliga a adaptar las condiciones de trabajo a la nueva realidad y emplear técnicas, como el Marketing Interno, para explicar que nuestra empresa es un magnífico lugar para trabajar.



Fernando Giner Grima, Director Escuela de Negocios Estema y Consultor de Marketing Estratégico Publicado en LAS PROVINCIAS, 03 de febrero, 2008

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